La conmovedora historia de Mami, la perrita que fue rescatada por la Guardia Civil de una finca abandonada

Mami es todo un ejemplo de supervivencia y coraje. Esta peluda malvivía en una finca con decenas de animales, que no recibían los cuidados necesarios y que estaban rodeados de huesos, un ambiente insalubre que ponía en serio riesgo su salud. No solo tenía que cuidar de ella, sino de los siete cachorros a los que dio a luz, una empresa aún complicada, pero que sorprendentemente superó.
Todo cambió el día en el que la Guardia Civil realizó una incautación en la finca. Los agentes de la benemérita la rescataron junto a decenas de animales. En su caso, encontró acogida en la protectora Alba de Madrid. Y ahí sigue esperando a que alguna familia pueda darle un nuevo hogar, según explica la asociación en sus redes sociales.
Entre huesos y con seis cachorros
Mami fue rescatada en una incautación realizada por la Guardia Civil hace pocos meses. Los agentes se encontraron un panorama desolador: decenas de animales en pésimas condiciones y rodeados de huesos. En concreto, a esta peluda la encontraron junto a sus siete cachorros, a los que fue capaz de cuidar y proteger incluso en unas condiciones insalubres.
Todos los pequeños han encontrado una familia con la que comenzar una nueva vida, informa el centro. Sin embargo, de momento nadie se ha fijado en esta perrita, a la que consideran como toda una madre “coraje”: “Mami es una superviviente y está claro que ha hecho todo lo que ha podido por mantenerse a salvo y cuidar de sus cachorros”.
Según cuentan sus cuidadores, la peluda llegó a la protectora algo asustada, pero pronto cogió confianza. “Si bien al principio puede ser un pelín tímida, es bastante equilibrada”, explican en una publicación donde hacen un llamamiento para su adopción.
Mami es una perra sociable, tanto con las personas como con el resto de perros de la protectora, con los que le gusta jugar. Además, tiene una paciencia envidiable, que demuestra a diario con su compañero de chenil, un adolescente con mucha energía.
Si hay algo que le gusta es pasear, explican: “Es muy curiosa y va olfateando y explorando todo, no reacciona ante otros perros ni tira mucho de la correa, pasea bien”. Se ha acostumbrado hasta al arnés, algo que al principio le costaba y que sentía como “ajeno”.
Desde la protectora Alba, hacen un llamamiento para la adopción de Mami. “Ahora se merece encontrar una familia que la cuide y mime mucho para que pueda relajarse y vivir de verdad”, sostienen.
0