María Patiño crea con Aitor Albizua 'La familia de la tele': “Sálvame, y nuestro espíritu, o te gusta o lo detestas”

Aitor Albizua y María Patiño, en la presentación de 'La familia de la tele'

Adrián Ruiz / Marcos Méndez

“No sé exactamente qué es lo que quieren de mí”. Tras muchos años en la televisión, María Patiño reconoce su inseguridad para ponerse desde la próxima semana al frente de La familia de la tele, el nuevo magacín de tardes de La 1 que hereda el espíritu de Sálvame. Llega a la cadena pública, a RTVE, y reconoce que aunque Ni que fuéramos Shhh le “ha dado recursos que no sabía que tenía”, tendrán que adaptarse. Algo que normaliza y extiende: “Esa libertad que todo el mundo dice tener no existe a nivel amplio en ningún medio”.

Su compañero Aitor Albizua les pide que “sigan siendo y sigan haciendo lo que están haciendo, que tiene cabida en la tele pública”, y hace valer su mayor experiencia en cadenas 'de todos' como TVE para defender que “el entretenimiento es un servicio público” y que “se puede divulgar de una manera entretenida, de una manera graciosa”. También rechaza ser agorero con la politización del nuevo espacio, y si por ella un posible próximo gobierno de derechas querría acabar con él: “La política tiene su incidencia en las decisiones que se toman en la tele pública, pero creo que no es sano estar pensando en las consecuencias. Confío en la profesionalidad y en que La familia de la tele ha llegado para quedarse”.

Marcando ya entre ellos ese distinto tono, más sosegado y conciliador en el caso del también presentador de Cifras y Letras, María Patiño no duda en asegurar que van a ganar a Jorge Javier y a Sonsoles Ónega, desvela qué le ha dicho el presentador de Telecinco, y aclara que no se va “a operar el cerebro ni a tener otra personalidad, ni Matamoros, ni ninguno”, explicando que sabrán adaptarse y que no se repetirán situaciones que también Mediaset dejó de permitir como “una manera de intentar no agredir al espectador. Porque había momentos muy heavys”.

¿Cómo estáis? ¿Nerviosos?

María Patiño: Yo sí. Porque es todo nuevo, y no sé exactamente qué es lo que quieren de mí. Soy una persona bastante más insegura de lo que proyecto, y de hecho ahora mismo tengo las manos sudando. Pero me parece que es bueno, porque si no es como “venga, un proyecto más”. Yo me pongo nerviosa en todo lo que he hecho.

¿Pero tienes el 'síndrome del impostor' un poco, porque últimamente estás diciendo que por fin te crees presentadora?

Patiño: [Duda]. Me di cuenta en Ni que fuéramos porque teníamos pocos medios, sin cue, sin prácticamente publicidad, con la cámara fija cuatro horas, donde todo se proyecta en ti, donde no puedes mirar el móvil, no te puedes rascar la oreja... Eso y más cosas. Pero ahí dije: ostras, pues va a ser que algo de tele sé.

¿En algún momento en 'Ni que fuéramos' te saltaba el chip de “tengo que hacer show y levantar el espectáculo”?

Patiño: En el directo, cuando veo a la gente que nos miramos, tú te das cuenta de que hay algo que está pasando y dices: uy, esto es un coñazo... Pues si me aburro yo, la señora que está enfrente, está en el baño.

Y en ese momento, ¿qué haces?

Patiño: Siempre se me ocurre algo. Ahora mismo, cualquier elemento que me rodea me sirve para engancharme a algo. No sé, que podría decir... desde que vais todos con zapatillas de deporte, por ejemplo, yo con esto podría ponerme a jugar. No sé, siempre hay algo que me sirve de elemento para tocar las narices...

Aitor Albizua: Muy bien María, muy bien... [Ríe].

Esa libertad que todo el mundo dice tener no existe a nivel amplio en ningún medio

María Patiño

¿Y te han dicho que en Televisión Española vas a poder seguir haciéndolo?

Patiño: Esa es la pregunta del millón. A ver, yo siempre digo que hay muchas líneas editoriales, también en las revistas del corazón. De hecho, la portada de la princesa Leonor no ha salido en las revistas que tenía que haber salido. Y eso es porque hay la misma censura, pero no vista ni analizada como parece ser que sólo está enfocada en Televisión Española. Que yo no lo llamo censura, lo llamo línea editorial. Porque esa foto tenía que haber terminado en Hola, o en revistas que tienen más poder adquisitivo. Si tú haces el análisis del soporte, de por qué Leonor está en Diez Minutos, es porque realmente esa libertad que todo el mundo dice tener, no existe a nivel amplio en ningún medio.

Otra cosa es que yo me adapto a cualquier línea editorial, como nos hemos adaptado y nos adaptaremos todos. Eso es como yo lo veo. No lo sé, a lo mejor cuando esto empiece digo: mira, estoy atada y tengo un pañuelo en la boca.

Bueno, pero moderos la lengua, algo lo vais a tener que hacer.

Patiño: Pues me voy a envenenar [risas].

Albizua: Si hay algo que caracteriza a los formatos anteriores que estabais diciendo, es la genuinidad y la naturalidad. Y eso en Televisión Española se puede tener perfectamente, y lo vamos a demostrar.

Pero por ejemplo no se puede tener una bronca como la que tuvo Víctor Sandoval con Marta Riesco hace unas semanas.

Patiño: Pero es que tampoco tenía que haber pasado donde pasó. No fue algo que aplaudiésemos y que nos gustase. Y evidentemente eso hay que evitarlo en Ni que fuéramos, en TVE, y en donde sea. Hay que evitarlo.

¿Crees que Ni que fuéramos fue un entrenamiento para esa adaptación a la pública?

Patiño: No sé, a mí es que Ni que fuéramos me ha dado recursos que yo no sabía que tenía. Recuerdo perfectamente que cuando detuvieron a Errejón, terminó Ni que fuéramos, me dijeron: toma, tienes que hacer un programa en directo sobre este tema de actualidad y van a entrar tres personas. Y me di cuenta de que al final el concepto de entrevista es el mismo. A la Pantoja le preguntaría cuánto dinero debes, y a este señor, dónde conoció a esta señora que te ha puesto una denuncia. Y me di cuenta de que podía hacerlo. Y eso a mí en mi vida se me hubiese ocurrido, que hubiesen podido confiar en mí para hacer un tema de actualidad y tan delicado como es un tema de abuso sexual.

¿Es verdad que no sabéis nada del programa, prácticamente?

Patiño: Él no lo sé, yo desde luego sé poco. Tú sabes más, seguro. ¿Tú has visto el plato?

Albizua: No, no, para nada, María.

Patiño: Yo tampoco lo he visto.

Una de las cosas que caracteriza al equipo de Sálvame es que son como familia. ¿Cómo estáis creando vosotros, que vais a tener que copresentar, ese vínculo?

Albizua: Yo creo que eso va surgiendo. Porque al margen de una profesionalidad, que yo la doy sentada por supuesto, muchas de las cosas que desde casa también se identifican como una rencilla completamente personal, luego es show televisivo. Yo confío en la profesionalidad, y luego confío en la química de lo que vaya surgiendo. No es algo que me preocupe a priori.

Sí he notado, evidentemente, que son un equipo que se conocen desde hace mucho tiempo, y tengo que decir que el recibimiento por parte de todos, y esos abrazos sinceros de “¡ay, hola, qué ilusión!”, eso lo estoy notando desde el principio. Y como en una familia tiene que haber de todo, pues oye, igual también tiene que haber alguien que en un momento dado diga “¡chicos... que tampoco es para tanto!... ¡Venga, vamos a cocinar un poquito!” [Ríe]. Yo también igual, de repente, soy un poco dramático, pero no creo que...

Patiño: Yo sí lo soy, y me viene bien que rebajes.

Yo hablo con Jorge Javier. Me ha dicho que... me relaje

María Patiño

María, volvéis a una generalista y volvéis a enfrentaros a la presión de las audiencias. ¿Cómo vais a llevarlo?

Patiño: Es que digo una cosa, y no os lo vais a creer, pero yo cuando estaba en Ni que fuéramos, para mí tener una décima menos era un horror.

Albizua: ¿O sea, lo seguías ahí a tope?

Patiño: Sí, porque tengo un espíritu como muy competitivo. Yo lo llevaré como lo he llevado siempre, pero después, aunque sé que eso no sirve de nada, si yo salgo contenta del programa, a mí me hace vivirlo de otra manera. Con independencia del dato, que quiero que sea bueno. Cuando salgo hecha una mierda, ya me puedes dar un 40% que sigo estando mal.

¿Crees que vais a ganar a Jorge Javier?

Patiño: Sí.

¿Y a Sonsoles?

Patiño: Sí.

¿Se lo has dicho a Jorge esto? ¿Que ha contestado?

Patiño: Sí, yo hablo con él. Me ha dicho que... me relaje [risas].

María, ¿lo ves como una recompensa tras todo lo que os ha pasado?

Patiño: La verdad es que yo creo que todavía no me ha dado tiempo a digerir esto que estamos viviendo. ¿Una recompensa? No lo sé. No quiero vivirlo así. A mí todo me ha pasado de una manera muy rápida, porque empecé la tele de una manera... sin yo haberlo buscado. Empecé presentando testimonios en Sabor a ti, que lo hacía Ana Rosa y ella tuvo que irse. Lo digo para que lo vea Jorge Javier [ríe]. Pero no lo veo como si hubiese ahí alguien arriba protegiéndonos. Porque sería injusto, porque hay gente muy buena que lo ha pasado mucho peor que nosotros, y no han tenido la recompensa que tenemos nosotros.

Cuando se hace un programa de TVE, se habla mucho de que tiene que ser de servicio público. ¿Cómo definiríais servicio público, y qué puede ofrecer La familia de la tele como servicio público?

Albizua: Yo creo que el entretenimiento es un servicio público. Y el hecho ya solo de tener un programa en directo en el que poder cubrir a nivel informativo, o a nivel cultural, cualquier cosa que esté pasando en directo; más allá del trabajo que hacen los servicios informativos y el Canal 24 horas, es la leche. Creo que se puede divulgar de una manera entretenida, de una manera graciosa. Vamos a hablar de nutrición, de salud, de la crónica social del día a día, de actualidad, de deporte, vamos a hacer deporte, vamos a tener una educadora de perros...

Patiño: ¡Por cierto! A mi perra vino a buscarla un coche de producción porque tuvo que ir a grabar una promo.

Albizua: Pues mira, a ver si va a ser más famosa que nosotros... [Ríe]. Pero eso, que el servicio público trasciende mucho más allá del parte del tiempo, de las noticias del día, o de la información de la Dirección General de Tráfico.

'Sálvame', o un poco el espíritu nuestro, es algo que o te gusta o lo detestas

María Patiño

Hay gente que se enteraba de la actualidad viendo Sálvame.

Patiño: Yo creo que Sálvame, o un poco el espíritu nuestro, es algo que o te gusta o lo detestas. Es verdad que a mí me escribe mucha gente diciendo que les hacemos reír, o incluso les cabreamos. Pero se entretienen diciendo: ¡Es que no aguanto a María Patiño! Pero esa persona está ya metida en el rollo, y se está olvidando de que su hijo ha suspendido.

Albizua: Incluso el servicio público convertido en placer culpable, diciendo que no lo ven, pero luego todo el mundo sabía cosas que habían pasado y todo el mundo comentaba lo que había ocurrido en el programa anterior, y en el de la semana anterior.

¿La familia de la tele tiene un tono blanco?

Patiño: Estamos muchos de los que formamos parte de esa familia, y yo no me voy a operar el cerebro ni voy a tener otra personalidad, ni Matamoros, ni ninguno. Otra cosa es que Sálvame, desde que empezó a lo que derivó, porque nos fuimos adaptando a las exigencias sociales, fue variando muchísimo. Yo al principio no entraba en Sálvame porque me daba miedo entrar. Y había determinadas situaciones que ya la cadena no las permitía. Había momentos que... yo no lo llamo censura, yo creo que era una manera de intentar no agredir al espectador. Porque había momentos muy heavys. Y yo creo que esto será lo mismo, adaptándonos. Pero es que tengo que vivirlo. El día siguiente de que estrenemos, tendré ya un poco la idea de lo que va a suceder.

¿Qué consejos os habéis dado el uno al otro?

Albizua: Pues no nos hemos dado, pero yo les diría que sigan siendo y sigan haciendo lo que están haciendo, que tiene cabida en la tele pública. Y que muchos de estos clichés que tenemos en la cabeza de lo “blanco”, de que no se puede hacer en TVE... creo que últimamente en TVE ha habido muchos proyectos que ninguno de nosotros pensábamos que los veríamos en TVE, y han estado. Pues ahora sumamos La familia de la tele como un “de lo que viene”, efectivamente con muchos de los rostros y además de manera meritoria de Sálvame, pero como una siguiente generación. Es otro programa, en otra cadena. Yo les diría que siguieran manteniendo esa genuinidad y esa naturalidad de lo que ellos son, porque al final es lo que nos ha enganchado a muchísima gente.

La política tiene su incidencia en las decisiones que se toman en la tele pública, pero creo que no es sano estar pensando en las consecuencias

Aitor Albizua

Aitor, ¿te imaginabas trabajar con María Patiño o Belén Esteban?

Albizua: Pues no, pero como no me imaginaba trabajar en televisión. Que la casa en la que estás apueste por ti, es un orgullo y es un privilegio. El otro día, hablando con Merce [Moreno, compañera de Bluper], de repente recuperé un titular que Bluper había sacado cuando yo llegué a El comodín de La 1, y el titular era algo así como “Sí, me veo presentando el Sálvame del futuro”, sin saber ni que habría un Sálvame del futuro, ni que esto ocurriría. Pero como algunas veces hacéis preguntas premonitorias, que luego ocurren, pues... [Risas].

¿Cómo lleváis el hecho de que a lo mejor en 2 años haya un posible cambio de Gobierno, y decidan terminar el programa?

Patiño: Es que... yo estoy pensando en que mañana cojo un avión para irme a la playa [ríe].

Albizua: Yo hace dos meses no me imaginaba aquí. Vengo de poner una lavadora de blanco, aprovechando que hacía buen tiempo, y de colgarla, o sea de seguir en la vida. Efectivamente la política tiene su incidencia en las decisiones que se toman en la tele pública, pero creo que no es sano estar pensando en las consecuencias. Yo confío en la profesionalidad y en que La familia de la tele ha llegado para quedarse.

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