Cerebro grande, cuerpo más pequeño: el sorprendente caso de los elefantes asiáticos

Los datos revelan que el cerebro de una elefanta asiática adulta pesa en promedio 5.346 gramos, frente a los 4.417 gramos de una hembra africana

Ada Sanuy

0

Un equipo internacional de científicos ha descubierto que los elefantes asiáticos tienen cerebros más grandes que los africanos, a pesar de que estos últimos son considerablemente más grandes en tamaño corporal. El estudio, publicado en la revista científica PNAS Nexus, se ha basado en el análisis de resonancias magnéticas, datos de la literatura y disecciones de ejemplares fallecidos tanto en zoológicos como en estado salvaje.

Las diferencias entre ambas especies son bien conocidas a nivel morfológico: los elefantes africanos tienen orejas más grandes, desarrollan colmillos con más frecuencia y tienen dos “dedos” en la punta de la trompa, mientras que los asiáticos suelen tener solo uno. Ahora, los investigadores han comprobado que esas diferencias externas se extienden también al interior del cráneo.

Más cerebro en menos cuerpo

Los datos revelan que el cerebro de una elefanta asiática adulta pesa en promedio 5.346 gramos, frente a los 4.417 gramos de una hembra africana. Esta diferencia del 20% es “significativa y clara”, según el equipo encabezado por Malav Shah y Michael Brecht, del Bernstein Center for Computational Neuroscience en Berlín. Lo llamativo es que ocurre a pesar de que las hembras asiáticas pesan entre un 10% y un 15% menos que sus equivalentes africanas.

En los machos, la comparación es más difícil por la escasez de datos en elefantes asiáticos adultos, aunque se sabe que los machos africanos tienen cerebros más pesados que las hembras, en línea con su mayor tamaño corporal. Lo relevante, destacan los autores, es que los elefantes asiáticos presentan un mayor grado de encefalización, es decir, una mayor proporción de masa cerebral en relación con el cuerpo.

Una infancia larga para aprender

Otro aspecto clave del estudio es el crecimiento postnatal del cerebro. Al nacer, los elefantes tienen un cerebro que pesa en torno a 1.800 gramos, lo que supone apenas un tercio del peso que alcanzan en la edad adulta. Esta tasa de crecimiento cerebral solo es comparable con la de los seres humanos, y sugiere una larga etapa de aprendizaje en la vida de los elefantes.

“Socialmente, los elefantes viven en estructuras complejas y dependen del conocimiento acumulado, especialmente de las matriarcas”, explican los autores. Esta evolución lenta pero sostenida del cerebro podría estar vinculada a la necesidad de adquirir experiencia durante la adolescencia, una etapa que en los elefantes es especialmente prolongada.

El cerebelo, clave para el movimiento

Pese a tener cerebros más grandes, los elefantes asiáticos tienen cerebelos proporcionalmente más pequeños. En esta zona del cerebro, encargada del control motor, los africanos llevan ventaja: en ellos representa más del 22% del peso total del encéfalo, frente al 19% en los asiáticos. El cerebelo de los elefantes es el más grande del reino animal en relación con su cerebro.

Los investigadores creen que esto podría estar relacionado con el uso de la trompa. Los elefantes africanos tienen dos “dedos” en la punta, lo que les permite realizar movimientos más precisos que sus parientes asiáticos. Este mayor control motor podría estar detrás del desarrollo de cerebelos más complejos y pesados.

Una pista sobre su comportamiento

Además de las diferencias físicas, el equipo plantea que las diferencias cerebrales podrían explicar ciertas conductas, como la mayor facilidad de domesticación observada en los elefantes asiáticos. Mientras que estos han sido empleados históricamente como animales de trabajo en diversas culturas, la domesticación de los elefantes africanos ha sido anecdótica y mucho más compleja. “La diferencia en el peso del cerebro es quizás la más importante entre estas dos especies”, afirma Shah. Para el investigador, comprender estas variaciones podría ayudar a explicar mejor las capacidades cognitivas y sociales de los elefantes.

19 cerebros analizados

El estudio se basa en el análisis de 19 cerebros de elefantes, procedentes de ejemplares fallecidos por causas naturales o razones veterinarias, incluyendo animales de zoológicos y del Parque Nacional Kruger en Sudáfrica. A esta muestra se sumaron datos anteriores y exploraciones mediante resonancia magnética. La extracción y procesamiento de estos cerebros, dada su complejidad anatómica, es una tarea extremadamente difícil, lo que explica la escasez de investigaciones previas. Los autores reconocen que todavía queda mucho por entender sobre la neuroanatomía de estos gigantes terrestres. “Apenas estamos empezando a descifrar cómo está organizado el cerebro de los elefantes y cómo se relaciona con su comportamiento”, concluyen.

Etiquetas
stats
OSZAR »