Cómo y dónde encontrar puntos de recarga coche eléctrico gratis en España

La infraestructura de recarga constituye el pilar para la adopción masiva de vehículos eléctricos en España. No en vano, una de las preocupaciones principales de los conductores que tienen en mente cambiar al coche eléctrico está relacionada con la disponibilidad de estos puntos de recarga. No cabe duda de que una red de recarga accesible y extensa ayuda a la popularización de los vehículos eléctricos.
No es para menos. Los conductores necesitan tener la confianza de que encontrarán puntos de recarga cuando los necesiten, ya sea en viajes urbanos, interurbanos o profesionales. Y, ¿cuánto tiene España en estos momentos? En la actualidad, hay más de 38.000 puntos de recarga públicos, según datos del último Barómetro de Electromovilidad de ANFAC.
Sin embargo, la distribución geográfica presenta desequilibrios notables entre comunidades autónomas y entre zonas urbanas o rurales. Además, esta infraestructura también muestra retos inmediatos: la velocidad de carga es uno de los más importantes.
A ello hay que sumar otros como la compatibilidad entre redes, los sistemas de pagos o los precios variables que pueden complicar la planificación de viajes. Con respecto a este último punto, sin embargo, hay que recordar que existen puntos de recarga coche eléctrico gratis en España, lo que también puede suponer un atractivo a la hora de incrementar la compra de esos vehículos de emisiones cero. ¿Quieres saber dónde están y cuáles son sus ventajas y desventajas? Aquí aclaramos el panorama.
¿Dónde están los puntos de recarga gratuitos en España?
España dispone de una red de puntos de recarga gratuitos para usuarios de vehículos eléctricos. Según datos recopilados por plataformas especializadas como Electromaps, aproximadamente el 10-15% de los cargadores públicos nacionales no tienen coste directo para el usuario final. Estos puntos existen gracias a estrategias que empresas como supermercados han implantado como incentivo a sus clientes, a las políticas públicas de fomento de movilidad sostenible o los objetivos corporativos de responsabilidad ambiental.
Por ejemplo los centros comerciales utilizan cargadores como reclamo para atraer clientes al incentivar que permanezcan más tiempo en sus instalaciones, aumentando el gasto medio por visita. Los ayuntamientos, por su lado, implementan redes gratuitas para cumplir con objetivos de sostenibilidad y mejorar la calidad del aire urbano. Las marcas automovilísticas ofrecen carga gratuita como incentivo de venta y fidelización de clientes.
En concreto, los puntos donde podemos encontrar puntos de recarga gratuitos para los coches eléctrico son:
- Centros comerciales y supermercados. Cadenas como Ikea, Carrefour, El Corte Inglés y Lidl han instalado cargadores gratuitos en sus aparcamientos al considerar que la recarga es un servicio añadido que aumenta el tiempo de permanencia y fideliza clientes. La estrategia comercial se basa en recuperar la inversión mediante mayor gasto en tienda durante el tiempo de carga.
- Hoteles y alojamientos rurales. El sector hotelero también utiliza cargadores gratuitos como diferencial competitivo, especialmente en turismo rural y establecimientos de alta gama. Paradores Nacionales, cadenas como NH o Meliá y numerosos hoteles boutique ofrecen recarga sin coste para huéspedes.
- Ayuntamientos y organismos públicos: Municipios como Madrid mantienen redes públicas gratuitas financiadas con fondos europeos y presupuestos municipales con el ánimo de reducir emisiones urbanas, cumplir objetivos climáticos y posicionar a Madrid como referente en sostenibilidad.
Sin embargo, no solo es posible encontrar puntos de recarga gratuitos en estos espacios. Teniendo en cuenta que existe la obligación en España de instalar un punto de recarga en aparcamientos no residenciales (como los de empresas o los públicos) por cada 40 plazas o uno por cada 20 en el caso de los aparcamientos de administraciones públicas, es posible que muchos de los que sean obligados a hacerlo permitan a los conductores cargar sus baterías de forma completamente gratis.
Sin embargo, estos puntos también tienen algunas limitaciones. Las más habituales están relacionadas con el tiempo máximo de carga, ya que está restringido a entre 30 y 90 minutos. Asimismo, el acceso suele ser exclusivo para clientes o usuarios registrados y dispone de horarios limitados que coinciden con apertura de establecimientos. Por último, las velocidades de carga raramente superan los 22 kilovatios, lo que puede ser considerado lento para muchos conductores.
En concreto, el 74% de los puntos de recarga públicos en España corresponden a carga lenta o semirrápida, según datos del Ministerio de Transición Ecológica. Algo que se acentúa en cargadores gratuitos, donde predominan potencias entre 3,7 y 22 kW.
A pesar de estas limitaciones, ¿vamos a renegar de su uso? ¿Están ayudando los puntos de recarga gratuitos a incrementar la movilidad eléctrica en España? Estos puntos son hoy en día un activo muy valioso para miles de conductores, especialmente en trayectos urbanos y periurbanos: pueden conducir (con una buena organización) sin gastar un euro en electricidad. Pero, ¿es suficiente?
El futuro requerirá de una combinación de diferentes puntos de recarga eléctrica: gratuitos y de pago; de carga rápida y ultrarrápida; en zonas urbanas y en zonas rurales. El reto es lograr la capilaridad y facilitar que cualquier conductor con un vehículo eléctrico no tenga miedo a quedarse tirado sin batería.