Sánchez rechaza en una carta al secretario general de la OTAN disparar el gasto militar al 5% como exige Trump

Pedro Sánchez pone cuesta arriba el consenso en la cumbre de la OTAN de la semana que viene en La Haya. El presidente del Gobierno ha rechazado la propuesta de elevar al 5% del PIB el gasto militar en una carta al secretario general de la organización, Mark Rutte, en respuesta a la que el holandés envió a los jefes de Gobierno el miércoles, en los prolegómenos de esa cita anual. El presidente del Gobierno argumenta que esa cifra es “contraproducente” e incompatible con el mantenimiento del estado de bienestar y pide a la organización “flexibilidad” para que cada aliado cumpla con las capacidades que le requiere y que en la declaración conjunta figure un “objetivo de gasto opcional”. La Casa Blanca no ha tardado en responder a este rechazo. “El presidente Trump quiere cumplan todos”, ha dicho la portavoz Karoline Leavitt ante las preguntas de la prensa sobre el 'no' de Sánchez.
“España no se puede comprometer con un objetivo específico de gasto en términos de PIB en esta cumbre”, le responde Sánchez a la propuesta formulada por la OTAN, que plantea llegar al 5% del PIB en gasto militar en 2032, que es la exigencia de Donald Trump a los aliados. Para España, el 5% supondría un gasto anual de 80.000 millones de euros el gasto en defensa. El presidente del Gobierno da tres argumentos a Rutte para decirle que no.
Sánchez ofrece un 2,1%
El primero es el mismo que esgrimió la ministra de Defensa, Margarita Robles, hace un par de semanas ante sus homólogos de la alianza atlántica: España sostiene que, con un ligerísimo incremento del gasto en defensa, puede cumplir con los objetivos de capacidades que ha establecido la OTAN. Rutte no está de acuerdo con esa afirmación y sostiene que los nuevos objetivos obligan a una subida generalizada. Sánchez considera que quizás algunos países tengan que elevar su gasto al 5% para cumplir los requisitos que le exige la OTAN, pero que España, no. La cifra a la que está dispuesto a llegar el Gobierno es el 2,1%.
“Para España, cumplir con el 5% sería no solo irracional sino contraproducente ya que alejaría a España del gasto óptimo y obstaculizaría los esfuerzos de la UE por reforzar su ecosistema de seguridad y defensa”, expresa en la misiva. Lo que argumenta Sánchez es que el club comunitario está trabajando en la interoperabilidad, las compras conjuntas o el equilibrio de la defensa trasatlántica -mirando a Rusia, pero también al flanco sur, que es fundamental para España o Italia-, y que necesita “margen de maniobra”.
Flexibilidad y objetivo de gasto opcional
El tercer argumento que esgrime Sánchez es que alcanzar el 5% sería “incompatible” con el mantenimiento del estado de bienestar y recuerda que, al menos para España, alcanzar esa cifra es imposible sin “subir los impuestos a la clase media, recortar los servicios públicos y las prestaciones sociales de los ciudadanos” así como perjudicial para la transición verde o la ayuda al desarrollo. No obstante, eso no supone un problema para Rutte, uno de los 'halcones' de la disciplina fiscal en sus tiempos como primer ministro holandés.
“Es el derecho legítimo de cada Gobierno decidir si tiene la voluntad o no de hacer esos sacrificios. Y como un aliado soberano, elegimos no hacerlo”, sentencia Sánchez, que se opone, por tanto, radicalmente a la propuesta de declaración conjunta, que requiere de la unanimidad de los 32 estados miembros de la OTAN. No obstante, el presidente sostiene que no quiere “obstruir los resultados de la cumbre” que se celebrará la semana que viene en La Haya y plantea “una fórmula más flexible en la declaración de este año”, que permita a cada aliado elegir el camino para cumplir con sus objetivos de capacidades y que introduzca “un objetivo de gasto opcional”.
“La fórmula que propongo nos permitiría preservar el objetivo del 5% en la declaración para aquellos aliados que lo necesiten o que quieran perseguirlo”, acaba la carta de Sánchez en referencia a la cifra que ha impuesto Trump a los aliados. La intención de Sánchez es, por tanto, negociar ese objetivo del 5% y que sea voluntario, pero Trump y la mayoría de aliados se lo van a poner muy difícil porque estaban de acuerdo en esa cifra. Y el presidente estadounidense ha dejado claro que quiere que los aliados disparen el gasto hasta el 5% y no parece que vaya a estar de acuerdo con suavizar su exigencia.
Por el momento en la OTAN se limitan a decir que las negociaciones están “en marcha” de cara a la cita del próximo martes. España es el país que con más vehemencia se está oponiendo al nuevo objetivo del 5%, pero hay otros países, como Italia, Canadá, Reino Unido o Luxemburgo que han expresado dudas, y una de las cuestiones que se está planteando es ampliar a 2035 el límite de tiempo para cumplir con ese porcentaje.
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