Centros de datos para impulsar el desarrollo tecnológico

En los últimos tiempos, se ha instalado un debate recurrente en buena parte de la sociedad en torno a la importancia de los centros de datos. ¿Realmente sirven para algo estas enormes infraestructuras? ¿Compensa construirlos en el territorio? ¿Puede España sacar provecho de estas instalaciones? ¿Consumen demasiada energía y agua? Fueron algunas de las preguntas que se plantearon en la tercera mesa de debate de la II Jornada de Inteligencia Artificial: transformando el presente, creando el futuro, organizada el pasado 30 de abril por elDiario.es en Madrid.
El responsable de Relaciones Institucionales para Infraestructura, Energía y Sostenibilidad en AWS Iberia, David Blázquez, defendió la apuesta de Amazon por Aragón, donde cuenta con tres centros de datos y ya está inmerso en su ampliación. Las peculiaridades y características propias del territorio, sumadas a sus condiciones climáticas, fueron decisivas para que la multinacional apostara por esta región. Y los efectos positivos que ha supuesto su actividad para la economía, la formación y el empleo local son numerosos. Hasta 60 pymes de la zona colaboran de forma estrecha con estas instalaciones levantadas por Amazon en suelo aragonés. Algunas de ellas estaban vinculadas al sector de la automoción y han reconvertido su actividad. “En una empresa de Huesca trabajaban 35 personas antes de empezar con nosotros. Hoy la plantilla cuenta con 480 empleados”, señaló Blázquez. Porque muchos de los componentes y materiales que se utilizan para construir y mantener estas infraestructuras proceden de negocios próximos.
Además de este ecosistema industrial que se ha generado en torno a los centros de datos de Amazon, el ponente se refirió al “ecosistema formativo” que ha surgido. Estas plantas requieren de mucha gente capaz de trabajar en ellas, y el desarrollo de la Formación Profesional es un acicate para que muchos jóvenes cursen sus estudios técnicos y se queden a vivir allí. Además, muchos ingenieros que estaban repartidos por el mundo han regresado para quedarse a trabajar en Zaragoza. Este experto también habló de un tercer “ecosistema digital” que se ha instalado en la zona tras el desembarco de Amazon. Por razones de latencia, determinadas industrias tienden a colocarse cerca de estos centros de datos, que de alguna manera ejercen de imán de actividad y talento. “Si se establece una buena coordinación entre el ecosistema tecnológico-económico y los gobiernos, hay una buena oportunidad de que esta industria se asiente en España”, vaticinó.

Centralizar la computación
Las cifras de Amazon demuestran la dimensión del proyecto. El gigante tecnológico supera los 28.000 empleados en nuestro país y se sitúa entre los diez mayores empleadores. En la próxima década, la compañía estima que creará alrededor de 17.500 nuevos empleos en España a tiempo completo. Blázquez defendió la importancia que supone para el avance de la digitalización la existencia física de estos centros de datos, donde lo que se hace es agrupar en un recinto la computación que ya existía pero que hasta ahora estaba dispersa. “Desde el punto de vista de la sostenibilidad y la eficiencia”, sostuvo el experto, tiene más sentido que todos estos flujos se concentren en una macro instalación de este tipo. En su opinión, es fundamental “entender los centros de datos como una de las partes fundamentales de nuestra vida digital”. Y defendió el compromiso del proyecto de Amazon con los recursos naturales del territorio. Recordó que, desde 2023, estas plantas operan con energía 100% renovable; que su actividad contribuye a reducir la huella de carbono de muchas otras empresas y que apenas utiliza el 0,01% del caudal del agua de la Cuenca Hidrográfica del Ebro.
Mientras, el profesor de investigación del CSIC en el Instituto de Física de Cantabria (IFCA), Jesús Marco de Lucas, admitió que España ocupa el undécimo puesto mundial en la aplicación de la IA. Una buena posición que, sin embargo, no se refleja en el “impacto global” del país, que queda a mucha distancia de los únicos dos líderes que existen en el planeta, que son China y EE UU. “El poder está en las grandes multinacionales, que a su vez dependen de los países en los que tienen sus raíces”, lamentó el investigador, quien reconoció que su intención era lanzar un mensaje “un poco alarmista”. Para Marco, es clave que la UE apueste por la formación, la regulación y la atracción de talento. “Pero es difícil. Los sueldos que se pagan son bajos, porque nuestro modelo de negocio es el que es, y no logramos atraer a gente realmente competente a nivel mundial”, advirtió. Este experto también apeló a que la gente sea consciente de que el uso de la IA implica un gasto de energía. “Es algo que hay que tener en cuenta, pero el desafío fundamental es saber cómo nos va a impactar toda esta tecnología nueva que llega”, resumió.

Por su parte, la directora general del Dato del Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública, Ruth del Campo, destacó que los datos “son nuestro activo más importante”, y se refirió a todo el entramado económico que ha surgido en torno a su uso. Las administraciones son conscientes de este potencial. “Cuanto más usas los datos, más valor tienen”, apuntó. No es casualidad que el sector público haya invertido 500 millones de euros del Plan de Recuperación a 300 proyectos de compartición y uso de datos. “Promover la soberanía y la autonomía estratégica en este sector es clave”, remachó Del Campo.