Tres cooperativas de Toledo se integran en Vidabol y lo sitúan entre los grupos principales de aceite de oliva regionales

El Grupo Cooperativo Oleovidabol ha crecido con la incorporación de tres nuevas cooperativas productoras de aceite de oliva de la provincia de Toledo, lo que supone que este grupo crezca hasta los casi 4.000 socios y una producción de 24 millones de kilos de aceituna de tres denominaciones de origen distintas Alta Alcarria, Montes de Toledo y Campo de Calatrava.
Las cooperativas que pasan a formar parte de este grupo son San Esteban de Bargas, Nuestra Señora de Ronda de El Carpio de Tajo, y Santa Ana de Villanueva de Bogas, que se suman al grupo comercializador formado por las cooperativas El Progreso de Villarrubia de los Ojos, Oleovinícola Campo de Calatrava de Bolaños y Los Pozos de Daimiel, las tres de la provincia de Ciudad Real, y Alta Alcarria de Valdeolivas, en Cuenca.
Jesús Julián Casanova, presidente de este grupo que crece, ha destacado en una comparecencia antes de los medios de comunicación, que ha contado con la presencia del consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, la importancia del momento que vive el sector cooperativo, un momento que más que “una época de cambio estamos en un cambio de época” y ha animado al resto de cooperativas que “están buscando una dirección y un sentido en este cambio de época a que encuentren refugio en grupos como este o en otros, creo que la agrupación no es una opción, tiene que ser una solución”.
Con la incorporación de las tres entidades toledanas, “Vidabol defenderá los intereses de sus cerca de 3.800 socios para que nuestras acciones tengan un impacto positivo en las miles de familias que forman parte de esta sociedad cooperativa de 2º Grado, que comercializará más de 4,5 millones de kilos de aceite de oliva virgen extra al año, ganando cuota de mercado con un producto de altísima calidad y más diversidad de AOVEs (aceite de oliva virgen extra)”, ha explicado Casanova.
El gerente de Cooperativas Agroalimentarias de Castilla-La Mancha, Juan Miguel del Real, ha destacado que con la integración de estas tres cooperativas “Vidabol se sitúa como uno de los grupos principales de aceite de oliva de Castilla-La Mancha, algo que es motivo de satisfacción en la región”.
Para Del Real, “en Castilla-La Mancha nos podemos sentir privilegiados de todas las herramientas que tenemos como sector para favorecer la integración cooperativa” y ha hecho un resumen de las cifras que hay en estos momentos como resultado de esta política de integración: “40 cooperativas de la región dentro de una Entidad Asociativa Prioritaria Suprautonomica, 53 cooperativas están dentro de las ocho EAPIR (Entidades Asociativas Prioritarias de Interés Regional) y 35 en las once agrupaciones de productores, en total 128 cooperativas ya han dado pasos de integración, de mejora de su competitividad”.
También ha defendido la utilidad de las ayudas que se destinan al sector cooperativo como “el mejor uso del dinero público, un euro de ayuda a una EAPIR o a una asociación de productores formada por 4000 agricultores es mucho más eficiente que dar ese euro a una empresa privada de un dueño que al final lo que genera es para él; nada de oír hablar de que el cooperativismo tiene muchas ayudas, esta es la línea para favorecer a nuestro tejido productivo, a nuestro sector agroalimentario”, ha señalado.
Por su parte, el consejero Julián Martínez Lizán ha destacado la importancia de la integración que “representa el camino a seguir: el crecimiento y fortalecimiento de Castilla-La Mancha a través de nuestras cooperativas. Estas entidades respaldan el trabajo de agricultores y ganaderos, productores de materias primas, que mediante la unión cooperativa buscan aportar más valor añadido y rentabilidad a sus productos”, ha señalado el consejero.
Asimismo, Martínez Lizán ha reafirmado el compromiso de la Consejería con procesos de integración como el protagonizado por Vidabol, asegurando que “apostamos firmemente por este tipo de uniones, que fortalecen al sector desde la base”. Ha destacado, además, el papel de Jesús Julián Casanova, al frente del proyecto, y ha mostrado su confianza en que “no serán las únicas cooperativas que den este paso”.
El consejero ha hecho balance también de que desde el Gobierno regional se ha destinado más de 9 millones de euros para apoyar proyectos de integración de productores en iniciativas de comercialización, dentro de una estrategia clave para aumentar la competitividad del sector.
Las cifras
Según los datos facilitados por Vidabol sobre las nuevas integraciones, la Cooperativa San Esteban de Bargas cuenta en la actualidad con cerca de 200 agricultores, tiene una media de producción anual de unos 800.000 kilos de aceituna de las variedades Cornicabra y Picual.
Nuestra Señora de Ronda nació a finales de los años sesenta, produciendo sus 140 oleicultores unos 600.000 kilos de aceituna de media anual, de las variedades Cornicabra y Picual.
Santa Ana tiene 206 socios y una cosecha media en torno a los 2 millones de kilos de aceituna, de las variedades Cornicabra y Picual.
Todas ellas comercializan sus aceites bajos las marcas ‘Cardenal Tavera’ y ‘Doménicos’.
En su última cosecha 2024-25, el Grupo Vidabol de Castilla-La Mancha ha superado todas sus estimaciones y ha recogido unos 20 millones de kilos de aceituna, suponiendo una cosecha récord. Si se suma lo recogido esta campaña en las 3 nuevas entidades, habría superado los 23,4 millones de kilos. Tras la celebración del acto informativo, los miembros del Consejo Rector de Vidabol, y los responsables de las nuevas cooperativas, en calidad de invitados, celebraron Asamblea general.
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