El consejero aragonés de Interior atribuye a la “frustración de la gente” que pidieran ayuda a la UME casi 72 horas tarde

La decisión tomada por el Gobierno de Jorge Azcón de elevar a nivel 2 la emergencia por las tormentas ocurridas el viernes por la noche, con el objetivo de que se pudiera incorporar la Unidad Militar de Emergencia (UME) a las labores de rescate, sigue despertando controversia. El consejero de Hacienda, Interior y Administración Pública, Roberto Bermúdez de Castro, ha justificado la tardanza en dar este paso, casi 72 horas desde que se produjo el episodio meteorológico, ante la “frustración de la gente”. Los militares de la UME trabajan desde primera hora de este martes sobre el terreno.
Bermúdez de Casto ha explicado que “en las primeras horas” desde el Gobieron de Aragón entendieron que con los medios propios “era suficiente para recuperar la normalidad”. “¿Qué es recuperar la normalidad? La luz, el agua, los servicios esenciales y la comida. Y eso se recuperó en las primeras horas en todos los municipios”, ha manifestado.
¿Qué ha cambiado pues, en ese contexto, para que el Ejecutivo autonómico elevara este lunes por la tarde el nivel de emergencia? “Viendo la frustración de la gente, entendimos que era necesario acabar a la mayor brevedad posible. Decidimos aplicar un recurso más”, ha justificado el titular de Interior, quien ha querido dejar claro que la decisión no tiene otras motivaciones, pese a que en Delegación del Gobierno hay malestar por las formas empleadas desde el Gobierno de Jorge Azcón: “Todos los criterios que se toman en el 112 son técnicos, no políticos”, ha recalcado Bermúdez de Castro.
Junto a estas explicaciones, el consejero ha desgranado todo el operativo que hay desplegado en las provincias de Zaragoza y Huesca para paliar los daños por las tormentas del viernes. Durante la jornada de hoy martes hay movilizadas un total de 288 personas entre personal técnico, brigadas forestales, sanitarios, bomberos, voluntarios de protección civil y los propios efectivos de la UME.
En cuanto a los desperfectos, a los daños en infraestructuras de “entre 6 y 8 millones de euros” habrá que sumar la estimación del Instituto Aragonés del Agua, que añadirá entre uno y dos millones más.
Hay 31 trabajadores y voluntarios de Protección Civil sobre el terreno, 11 bomberos de las diputaciones de Zaragoza y Teruel, 102 trabajadores de Infoar (Incendios Forestales Aragón), 118 efectivos de la UME, 7 profesionales sanitarios, 14 voluntarios de Cruz Roja, un especialista en maquinaria, dos trabajadores sociales y dos psicólogos. En cuanto a medios materiales, se han desplegado 13 autobombas, 35 vehículos todoterreno, ocho nodrizas, dos vehículos VIR, dos ambulancias, retroexcavadoras, volquetes y maquinaria de la UME.
Desde el operativo del Infoar, este martes trabajan sobre el terreno 15 brigadas terrestres, dirigidas por sus respectivos agentes para laprotección de la naturaleza (APN), con el apoyo de seis autobombas y un técnico en el Puesto de Mando Avanzado (PMA). Las labores se centran en la limpieza y baldeo de calles, así como en la recogida de restos en los municipios de Letux, Azuara, Villar de los Navarros, Herrera de los Navarros y Almonacid de la Cuba.
Por otro lado, en cuanto a las infraestructuras viarias ya se está actuando en el puente de Belchite; respecto al puente largo, el más cercano a Azuara, en los próximos días se realizará la adjudicación de las obras; y también se está actuando en la A-1506.
Obras de emergencia para el agua
Por otro lado, el Instituto Aragonés del Agua está ejecutando obras de emergencia por más de un millón de euros para garantizar el suministro de agua en varios municipios.
En Vinaceite, Azaila y Almochuel, donde la riada inutilizó parte de la red de abastecimiento que cruzaba el cauce del río Aguas Vivas, este martes comienzan las obras de una conducción provisional. También se proyecta una instalación definitiva fuera del cauce, con un presupuesto conjunto de 375.000 euros. A su vez, se están reconstruyendo pozos de bombeo y sistemas eléctricos. El sábado ya se puso en marcha la bomba del único pozo operativo.
En Almonacid de la Cuba se están instalando conducciones provisionales para restablecer el suministro entre los depósitos y el casco urbano. Se prevé que el martes el municipio cuente con agua de forma provisional. También se instalan tuberías temporales para abastecer Belchite, cuyo suministro habitual atraviesa una zona gravemente dañada. Actualmente, Belchite se abastece de pozos propios, y se estima que en 6 u 8 días esté lista la solución provisional. La inversión prevista para ambas localidades es de 350.000 euros.
En La Zaida, tras la inundación parcial del casco urbano, ya se ha repuesto el servicio provisionalmente, y se construirá un pequeño puente para sostener las tuberías de forma definitiva, con un coste de 80.000 euros.
En Letux, tras la pérdida de su captación y del transformador eléctrico, el IAA trabaja con el Ayuntamiento para activar la captación mediante un grupo electrógeno, con una inversión de 75.000 euros. Se espera que esté operativo esta misma semana.
En Villar de los Navarros se ha limpiado el depósito (600 euros), mientras que en Azuara, con daños relevantes en su captación, se espera poder bombear agua a los depósitos de forma provisional a partir de mañana, con una inversión de 85.000 euros.
Decreto de ayudas
El consejero de Hacienda, Interior y Administración Pública también ha confirmado que este viernes se aprobará en Consejo de Gobierno un decreto ley que establecerá las ayudas a personas físicas, empresas y los propios municipios afectados. Una vez publicado, el consejero ha anunciado que se instalará en los ayuntamientos de las localidades afectadas “personal administrativo para atender las demandas de los ciudadanos y hacer más efectiva la petición de ayudas, sobre todo facilitar la gestión para las personas mayores”, ha explicado Bermúdez de Castro.
La previsión es que a lo largo de la semana que viene los afectados ya puedan comenzar a recibir las ayudas directas concedidas por el Gobierno de Aragón.
Este esfuerzo coordinado refleja el compromiso del Gobierno de Aragón con la seguridad y recuperación de los municipios afectados, y pone de manifiesto la capacidad de respuesta ante emergencias de gran magnitud.
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