La oposición exige la dimisión de Chivite por el escándalo Cerdán y la presidenta niega haber cometido ilegalidades

El Parlamento de Navarra ha celebrado este jueves el primer pleno de control al Gobierno de María Chivite desde que se conociese el informe de la Guardia Civil que sitúa al exsercretario de Organización del PSOE Santos Cerdán al frente de una presunta trama de cobro de comisiones en la adjudicación de obra pública junto con Koldo García y el exministro de Transportes José Luis Ábalos. UPN, PP y Vox han vinculado a la presidenta navarra con la presunta trama de corrupción y han exigido su dimisión. Chivite ha asegurado ser una presidenta “honesta” y ha desacrtado dimitir al afirmar que no ha cometido “ninguna ilegalidad”.
“La sombra de la corrupción es tan enorme que lo inunda todo”, ha asegurado el portavoz de UPN, Javier Esparza, que ha acusado a Chivite de haber “robado la confianza en la limpieza” del Gobierno por haber adjudicado “en un proceso plagado de sombras a su jefe y amigo Santos Cerdán la mayor obra pública de Navarra”, en referencia a las obras de desdoblamiento de los túneles de Belate, adjudicada a la UTE de Acciona, Excavaciones Fermín Osés y Servinabar 200, compañía que la UCO sitúa en el centro de la trama y de la que según los agentes de la Guardia Civil Cerdán era el propietario del 45% de sus acciones tras haber encontrado un documento privado en casa del empresario Antxon Alonso.
“El Gobierno de María Chivite ha adjudicado al jefe de María Chivite el mayor contrato de obra pública de Navarra de los últimos diez años”, ha aseverado Esparza. “En la Navarra presidida por Chivite no se ha movido un soplo de aire sin que Cerdán lo controlara”, ha apostillado para vincular a la presidenta a la trama del exsecretario de Organización del PSOE.
Chivite ha afeado a UPN de acusarle “de absolutamente todo” desde que llegó al Palacio de Navarra en el verano de 2019 merced a un acuerdo de Gobierno con Geroa Bai (Socialverdes y PNV), Podemos e Izquierda Ezkerra y la abstención de EH Bildu. “Primero me acusaron de tener las manos manchadas de sangre, después me dijeron de todo en la pandemia. Han recurrido a auténticas barbaridades para desgastarme, con eso llevo conviviendo seis años”.
Chivite ha asegurado ser una presidenta “honesta” y ha descartado dimitir porque no tiene “nada que esconder”. “Sobre mí no pesa ninguna ilegalidad, ni va a pesar”, ha aseverado la presidenta navarra, que ha resaltado que en el informe de la UCO no se menciona “ninguna irregularidad” en la administración navarra.
También el Partido Popular ha pedido a Chivite que dimita después de que la UCO haya situado a Navarra “en el epicentro de la trama de corrupción del PSOE”, ha señalado su presidente en la comunidad foral, Javier García. En su réplica, Chivite, ha vuelto a desechar un escenario de dimisión y un adelanto electoral y ha acusado al PP de “falta de coherencia”.
“Qué coherencia tiene que me pida la dimisión cuando no hay ninguna causa judicial abierta al Gobierno de Navarra como sí la hay en Madrid o Valencia. ¿Qué no tendrían que hacer esos presidentes, entonces? Esa es la falta de coherencia del PP”, ha solemnizado la presidenta navarra.
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