Los controles disminuyen el número de personas sin hogar en Barajas a expensas de un censo que lo cuantifique

En pleno ecuador del plazo que ellos mismos se dieron, ni el Ayuntamiento de Madrid ni Aena son capaces de concretar quién pagará el estudio para crear un censo de personas sin techo en Barajas. Han pasado 21 días desde que el alcalde, José Luis Martínez-Almeida y el presidente de la empresa pública de aeropuertos, Maurici Lucena, se reunieron junto a miembros de sus respectivos equipos para atajar la crisis que asolaba desde hacía meses en las instalaciones. Del encuentro, celebrado una tarde a finales de mayo, surgió fiar a una entidad del tercer sector, llamada Fresno, la elaboración de un listado con quienes pernoctan en el aeropuerto.
A su salida y ante los medios, el delegado de Políticas Sociales, Familia e Igualdad del consistorio, Jośe Fernández, auguró que el encargo estaría hecho y concluido a lo largo del mes de junio. Falta la mitad y ni uno ni otro sabe aún decir claramente quién va a poner el dinero. En sus declaraciones posteriores a la negociación con Aena, Almeida indicó que la compañía había aceptado hacerse cargo económicamente del encargo a la consultora, que luego elaboraría el censo. Sin embargo, instantes después salió Lucena y habló de “colaboración” en el pago. Es decir, compartir la carga. Semanas después, el asunto aún parece enredado.
La creación de un listado que recoja las identidades de quienes pasan la noche en Barajas fue uno de los conflictos que llevó a la mesa al Ayuntamiento y la dirección de Aena. Ambos se pasaban la pelota de esa responsabilidad: el alcalde decía que debía prepararlo Lucena y los gestores de los aeropuertos, que las personas sin hogar eran una competencia municipal. Paralelamente, Almeida también acusaba directamente al Estado por la crisis en Barajas. El alcalde introdujo en el tablero a la ministra de Inclusión, Seguridad Social y MIgraciones, Elma Saiz, cuando la señaló afirmando que en el aeropuerto de Madrid también dormían solicitantes de asilo.
Sobre ellos tendría competencias el departamento de Saiz, que gestiona el proceso de acogida y la protección internacional a estas personas. Sin embargo, la ministra salió pronto a decir que nadie le había dado constancia de que hubiera gente en esta condición durmiendo en Barajas y que, sí así fuera, tan solo tendrían que solicitar sus recursos. “Hasta la fecha no hemos recibido ninguna comunicación en este sentido”, replicó la responsable del ramo en su respuesta a Almeida, al que reprochó no haber notificado a la Secretaría de Estado de la existencia de solicitantes de asilo si verdaderamente había tenido conocimiento de ello.
Entre este cruce de reproches llegaron Aena y el Ayuntamiento a la reunión de urgencia solicitada por los primeros, vista la situación. La sorpresa llegó cuando ambas entidades públicas salieron del despacho pregonando un acuerdo. En la tarde del 22 de mayo, sus dirigentes comparecieron de forma individual y con minutos de diferencia entre el uno y el otro. Sin embargo, las palabras dejaron buen sabor de boca.
Almeida, que fue el primero en hablar, anunció el pacto alcanzado con Maurici Lucena y su equipo. El alcalde había acudido a la cita acompañado, además del delegado de Políticas Sociales, de la vicealcaldesa y responsable de Seguridad y Emergencias en el Ayuntamiento, Inmaculada Sanz. “Hemos llegado al acuerdo de realizar un proceso de identificación individualizado de las personas que están en el aeropuerto que permita dar la mejor asistencia social posible en función de cada problema”, resaltó el regidor a las puertas de la sede de Aena, muy cerca de la parada de metro de Canillejas.
Es en ese momento cuando el regidor indica que la compañía de aeropuertos será quien se haga cargo del coste total que supusiera el encargo a Fresno, la consultora. Ellos, por su parte, se ocuparían de habilitar espacios alternativos para quienes dormían en Barajas. La sorpresa llega cuando, poco después, aparece el presidente de Aena y matiza sus palabras hablando de una “cofinanciación”, y no de un pago completo a cargo de su empresa. No obstante, tanto entonces como ahora deslizaron que tendrían una “disposición total” para sopesar todos los recursos que sean necesarios para acabar con el problema.
Fuentes de Aena expresan a Somos Madrid que por su parte lo que han estado haciendo es mantener la intensificación en los controles de acceso a Barajas. De hecho, resaltan que ninguna de las cifras conocidas hasta el momento representa una muestra fiable para saber cuánta gente ha estado durmiendo en sus instalaciones, pues la compañía “nunca ha dado cifras”. “Es algo muy difícil de medir”, opinan ahora las mismas fuentes. Preguntados por si el ansiado censo oficial de personas sin hogar en el aeropuerto llegará a estar listo en junio, como se estimó desde el Ayuntamiento, para empezar a trabajar con más agilidad en su realojo a alguno de los recursos municipales.

El pasado mes de mayo, los equipos de calle del consistorio atendieron a 111 personas de entre quienes dormían en el aeropuerto. Es el dato que ofrece el departamento de Políticas Sociales, y añade que en estos momentos prestan servicio de intervención social a 97 afectados en total. “Nuestros profesionales están haciendo una labor extraordinaria para generar un vínculo de confianza con estas personas que facilite que acepten acudir a nuestros recursos”, sostienen a este periódico desde el área que pilota José Fernández. “Pero es un proceso lento y complejo”, admiten.
Además, destacan que la atención social que ofrecen debe ser aceptada voluntariamente por cada persona, en base a lo que estipula el marco regulador en la Ley 12/2022, de Servicios Sociales. Hasta la fecha, solo 14 de ellas han accedido a centros de acogida gestionados por el Ayuntamiento. El resto no ha querido o no han aparecido luego por los espacios municipales de asistencia. Algunos siguen durmiendo en el aeropuerto, aunque menos que antes: desde que a mediados de mayo Aena intensificara los controles de acceso para entrar a Barajas en horario nocturno, la cifra estimada de personas que pasan la noche allí sin alternativa habitacional conocida se ha reducido.
Sin embargo, el ensañamiento para crear un censo oficial sigue presente cuando se ha anunciado un acuerdo al respecto. Desde Aena emplazan a determinar junto al Ayuntamiento nuevas informaciones sobre el encargo a Fresno, que no confirma haber materializado aún –tampoco desde el área de Políticas Sociales–, y reiteran su disposición “total” para llegar a un punto común. No obstante, no olvidan resaltar que de lo que se había hablado era de una “cofinanciación”. Queda medio mes para que acabe junio.
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