Hola.
Agarra un café y vamos al lío. ¡Buenos días!
Se han juntado en un solo día varias noticias muy relevantes que nos asoman a las profundidades, nunca suficientemente escrutadas, del Ministerio del Interior.
Empecemos por lo último, que es muy alarmante: secretario de Estado de Seguridad con el último gobierno del PP, Francisco Martínez, ha sido detenido por orden de la Audiencia Nacional en una investigación por blanqueo de capitales y delitos informáticos. Martínez ha sido arrestado por su relación con un hacker que fue definido hace un par de años por la Policía como “una amenaza para la Seguridad Nacional”, acusado de robar datos a Hacienda o de hackear al Consejo General del Poder Judicial. Los agentes sospechan que el hacker pudo pasar información obtenida en sus ciberataques a Martínez cuando ya no era secretario de Estado y ejercía de abogado. El currículum del secretario de Estado con Rajoy no es el mejor: la Fiscalía Anticorrupción pide para él 15 años de cárcel por la utilización de fondos reservados para espiar a Bárcenas en favor del PP.
Ha querido el destino que justo el mismo día haya dimitido otro Secretario de Estado del mismo ministerio, aunque esta vez bajo bandera del PSOE. El número dos de Marlaska se va “por motivos personales”, que por supuesto nunca son solo personales. Su firma, la de Rafael Pérez, es la que consta en el documento de compra de la munición a Israel que destapó el incumplimiento de las promesas de no comerciar con Israel. Y ese es solo uno de los incendios políticos en ese Ministerio.
Mal día en casa de los Ayuso. Primero porque al novio de la presidenta le ha dejado de mentiroso su propio abogado. Recordemos que la última versión de Alberto González Amador ante el juez es que él nunca pidió a su abogado que confesara sus delitos de fraude fiscal ante la Fiscalía en busca de un pacto para evitar la cárcel. Ahora el letrado como testigo que no puede mentir ante el juez, e imagino que para defender también su prestigio profesional, dice que eso no es así: González Amador sí le instó a que buscara un acuerdo con Fiscalía, sabiendo que eso implicaba aceptar su culpabilidad.
El segundo palo viene directo del Tribunal Supremo, y está muy relacionado, donde se ha rechazado la demanda de González Amador contra María Jesús Montero por llamarle “defraudador confeso”. Claro, porque dice él no confesó. Pero sabemos que sí.
Hoy en el podcast, nos detenemos a explicar uno de esos casos que se van enredando con el paso de las semanas hasta que lo que parecía un asunto menor acaba en una gran bola de nieve a las puertas de Moncloa. Desgranamos las claves del caso de David Sánchez, el hermano de Pedro Sánchez, procesado por enchufismo en un juzgado de Badajoz, y de la rocambolesca operación política que ha desencadenado en el PSOE para protegerse.
Hasta aquí llegamos por hoy.
Un abrazo,
Juanlu.
Sobre este blog
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