La ingeniería asturiana TSK logra un balón de oxígeno con una inyección de 90 millones de euros en créditos y avales

La firma asturiana de ingeniería TSK, que lleva meses inmersa en la búsqueda de un socio inversor, ha obtenido una línea de créditos y avales por un importe de unos 90 millones de euros, han confirmado fuentes del sector.
El acuerdo con la banca ha sido posible gracias al apoyo prestado por el Instituto de Crédito Oficial (ICO), que ha aportado veinte millones de euros, y de la Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación (CESCE).
Esta línea de financiación permitirá a la empresa continuar con su actividad en un momento de dificultades para las firmas de ingeniería, mientras continúa con el proceso de búsqueda de un socio inversor dado a conocer el pasado mes de febrero.
Las ventas en cifras
La empresa, propiedad de la familia asturiana García Vallina y con sede en Gijón, se constituyó en 1986 fruto de la fusión de los diferentes departamentos eléctricos del grupo ERPO, y está especializada en los campos industriales, energéticos y medioambientales.
La firma, presidida por Sabino García Vallina, obtuvo en 2023 la mayor cifra de ventas de su historia, 1.265 millones de euros, un 30 por ciento más que en el ejercicio 2022.
Durante el pasado año, las ventas se situaron en 1.012 millones de euros y el resultado bruto de explotación o EBITDA, en 65 millones.
La obra y la plantilla
La última memoria de actividades de la compañía detalla que la cartera de obra pendiente de ejecutar a 28 de febrero de 2025 superaba los 2.500 millones de euros, la mayor cifra de su historia, un importe que, según la empresa, le asegura carga de trabajo para los próximos tres años.
Durante el pasado ejercicio, la firma de ingeniería elevó su plantilla hasta los 1.738 trabajadores, 157 más que al cierre de 2023, y también la mayor cifra en sus cuatro décadas de trayectoria.
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