La “prueba de los cinco segundos” que aconseja la policía para saber si debes sacar a tu perro a pasear

Las altas temperaturas que se han intensificado en los últimos días en todo el país han llevado a muchas personas a replantearse hábitos cotidianos que hasta ahora parecían inofensivos. Dentro de ese replanteamiento, los paseos con perros se han convertido en un verdadero desafío: las superficies urbanas, especialmente el asfalto, transforman la radiación solar en una fuente de calor abrasador.
Frente a este panorama, la Policía Nacional ha lanzado un aviso con un gesto sencillo pero revelador: colocar el dorso de la mano sobre el pavimento durante cinco segundos. Si la sensación resulta insoportable, el propietario debe entender que las patas de su perro podrían estar sufriendo en la misma medida.
Este mensaje, difundido en plataformas digitales, ha cobrado popularidad como método preventivo y alerta sobre las altas temperaturas que pueden alcanzar las aceras y baldosas, superando los 50 °C bajo el sol. Tal calor es suficiente para causar quemaduras dolorosas en las almohadillas y dedos de los perros.
Desde la Policía Nacional insisten en que si una persona no es capaz de mantener la mano sobre el suelo más allá de cinco segundos, tampoco debería permitir que su mascota camine por esa superficie. Además, se recomienda evitar los paseos en las horas de mayor insolación, entre las 12:00 y las 18:00, y optar por las primeras horas del día o el atardecer, cuando las temperaturas son más suaves.
Cómo mantener a tu perro fresco en días de calor
Ante la amenaza constante que supone el golpe de calor para las mascotas, la prevención es la clave para evitar complicaciones que puedan requerir atención veterinaria urgente. Algunas medidas sencillas pueden marcar una gran diferencia en su bienestar durante las jornadas más calurosas.
En primer lugar, es fundamental no dejar a los animales dentro de vehículos estacionados, ni siquiera con las ventanas entreabiertas. En apenas diez minutos, la temperatura en el interior puede elevarse de forma alarmante, llegando a superar los 50 °C aunque el termómetro exterior marque 30 °C, creando un ambiente peligroso para ellos.
Además, los animales deben disponer siempre de acceso a un lugar sombreado y ventilado cuando estén al aire libre, junto con agua fresca que se renueve con frecuencia para mantener su eficacia hidratante y refrescante.
Los paseos exigen especial precaución. Aunque el aire pueda parecer templado, el asfalto puede alcanzar temperaturas capaces de provocar quemaduras en las almohadillas de las patas. Una forma sencilla de comprobarlo es apoyando el dorso de la mano sobre la superficie: si no se puede mantener por más de cinco segundos, es mejor evitar que la mascota camine sobre ella. Por ello, se recomienda programar las salidas a primera hora de la mañana o al caer la tarde, evitando las horas centrales del día.
Para refrescar a los perros, una piscina pequeña con agua fresca en el jardín o balcón puede ser una excelente fuente de alivio y diversión. Otra alternativa para ambos es colocar botellas con agua congelada envueltas en una toalla cerca de ellos, creando un espacio frío donde puedan descansar si lo desean.
Finalmente, existen mantas y esterillas diseñadas con materiales especiales que absorben y liberan frío, similares a las usadas en productos para personas. Estos artículos pueden proporcionar un lugar fresco dentro del hogar durante las jornadas más sofocantes. En caso de optar por mantas de gel, es importante verificar que la cubierta sea resistente a mordiscos y arañazos, pues el contacto directo con el gel puede ser tóxico para los animales.
En definitiva, proteger a las mascotas frente a las altas temperaturas es una responsabilidad que requiere atención y cuidados constantes. Aplicar medidas sencillas como la conocida prueba de los cinco segundos, junto con hábitos adecuados para mantenerlos frescos y evitar los riesgos del calor extremo, puede marcar una gran diferencia en su bienestar durante el verano.
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