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Esther Herranz, copresidenta del Intergrupo del Vino en la UE: “Hemos conseguido sacar al vino de venganzas arancelarias”

Esther Herranz, eurodiputada y copresidenta del Intergrupo del Vino de la Comisión Europea

Olivia García Pérez

10 de abril de 2025 19:56 h

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El sector del vino ve por fin un poco de luz en la guerra arancelaria que amenaza con complicar todavía más su situación. Con un horizonte que se perfila ahora en el 10 por ciento y un plazo de noventa días sin aplicar aranceles, el horizonte es algo más esperanzador. Y es que hace apenas un mes, Trump amenazaba con aranceles del 200 por cien al vino europeo y regiones como Rioja veían en esa cifra el estacazo final ante una situación ya de por sí incierta.

La eurodiputada popular riojana Esther Herranz considera que la diplomacia está funcionando y que el sector del vino, al menos de momento, puede respirar con mayor tranquilidad. Y es que en los últimos días se han logrado dos hitos importantes. Por un lado, la rebaja arancelaria de Trump que de ese 200 por ciento inicial pasaba hace unos días al 20 por ciento y esta pasada noche lo rebajaba de nuevo a la mitad, quedándose en un arancel del 10 por ciento. Por otro lado, la tranquilidad de haber conseguido sacar al vino del intercambio de cromos.

Y es que durante semanas, Herranz, copresidenta del Intergrupo Vino, Alimentos de calidad y Bebidas espirituosas del Parlamento Europeo, junto con su homólogo, el socialista francés Eric Sargiacomo han batallado para conseguir que el burbon no entrara en la lista de productos estadounidenses a los que la UE impondrá aranceles. “Teníamos claro que no podíamos repetir el error que se cometió en 2008”, explica Herranz, “el burbon es la gran exportación de EEUU a Europa en el ámbito de las espirituosas y, de haberlo incluido, el gobierno americano habría respondido aumentando los aranceles del vino europeo”.

Haber conseguido que el burbon haya quedado fuera de esa lista de productos, es en opinión de los dos copresidentes del Intergrupo, la mayor garantía de protección para el sector del vino. “Hemos conseguido así no ser víctimas de las venganzas de nadie y respirar tranquilos en una situación además que ya de por sí es complicada para el vino en Europa”, señala.

El vino es un producto deficitario en Estados Unidos, ya que lo que se produce en California no sirva para abastecer al mercado del país que además cuenta con un consumidor acostumbrado a vinos internacionales, con gran querencia por los vinos europeos, australianos, sudafricanos o de otros lugares del mundo. “El poder adquisitivo es alto y el mercado del vino es muy amplio por lo que los aranceles perjudicarían a todas las partes: al productor europeo, pero también al consumidor estadounidense”, señala la eurodiputada del Grupo Popular, “por eso es importante continuar con la vía diplomática, que es evidente que está funcionando. Vemos cada día como entrar en guerras arancelarias o en negociaciones unilaterales no beneficia a nadie. Lo vimos también con Italia y el aceite durante el mandato de George W. Bush”.

Aun así, a pesar del “respiro” actual, Herranz reconoce que ya se han causado daños irreparables porque, hasta esta última rebaja de los aranceles al 10 por ciento, los productores de EEUU ya habían empezado a poner pegas a los exportadores europeos. “En estas últimas semanas hemos visto como algunos contenedores y palets se quedaban retenidos en almacenes sin entrar en la aduana o incuso cómo algunos eran devueltos. Eso le ha pasado a más de una bodega en Rioja”, relata, “la falta de seguridad no es buena para ningún negocio y, aunque en la Unión Europea ahora mismo hay unidad y estabilidad en este sentido, en la administración de Trump no la hay y es con eso con lo que tenemos que lidiar al menos durante los próximos años”.

Por eso considera que lo más inteligente es ampliar horizontes hacia otros mercados de forma paralela. “Creo que estamos en un punto en el que podemos lanzar al sector del vino un mensaje de paz y tranquilidad, pero también de reflexión”, explica la eurodiputada riojana, “porque no podemos olvidar que no se deben poner todos los huevos en la misma cesta y que cuantos más mercados abramos, menos nos afectarán los vaivenes de uno de ellos”. Recomienda para ello a México, con quien hay acuerdos comerciales, al igual que con Japón. Mercosur y la India son también algunas de sus recomendaciones.

“Estamos ante un momento geopolítico sin precedentes desde el final de la Segunda Guerra Mundial, pero esto debe servirnos también para trabajar desde la unidad y para repensar desde una posición de esperanza porque las cosas en este punto hacia el exterior se están reconduciendo y, hacia adentro, se ha lanzado la propuesta del paquete del vino y es ahora el momento de tramitarlo”, recuerda.

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