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Las izquierdas sulfuran a Moreno con un plantón al Parlamento contra su ausencia en el pleno de la final europea del Betis

El presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, interviene en la sesión de control del Parlamento tras el plante de toda la bancada de las izquierdas.

Daniel Cela

Sevilla —
22 de mayo de 2025 15:32 h

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No es habitual ver enojado a Juan Manuel Moreno en el Parlamento andaluz. No está en la naturaleza del presidente de la Junta, de costumbre templado, pero además, no irritarse forma parte del manual de estrategia política. Sus asesores más próximos cuidan mucho su imagen pública, hasta el punto de ponerle vídeos de sus intervenciones para que su sonrisa, su rictus tranquilo, se mantenga intacto incluso en los debates más acalorados.

Tampoco es habitual que sus rivales políticos -singularmente el PSOE, jefe de la oposición- logre sacarle de sus casillas, estando, como está, protegido por la armadura inoxidable de la mayoría absoluta.

Toda esa estrategia se ha agrietado este jueves durante la sesión de control en el Parlamento, en la que los portavoces de los grupos de izquierdas le han reprochado a la cara que excuse su ausencia en el Pleno de la semana que viene, por la coincidencia con la final de la Conference League entre el Real Betis Balompié y el Chelsea F.C. en Breslavia (Polonia), el miércoles 28 de mayo. A Moreno no le ha gustado nada que el debate gire en torno a su persona ni que le llamen “escapista”, ni que le acusen de “absentismo presidencial”.

Se le ha torcido el gesto, ha perdido la calma, ha gesticulado en demasía, llegando a sacudir con un manotazo al consejero de Presidencia, Antonio Sanz, sentado a su lado, al que ha pedido disculpas sin llegar a interrumpir su discurso. Luego, el presidente ha visto cómo los 37 diputados que aglutinan la bancada del PSOE, de Por Andalucía y de Adelante Andalucía se levantaban al unísono y abandonaban en fila india el salón de plenos, durante el turno de palabra del portavoz del PP, Toni Martín, que ha tildado el plantón de “espectáculo”. “Protestan porque no vengo a una sesión de control, pero se salen durante la sesión de control. Esta política es absurda”, se ha lamentado Moreno.

Cabrear al presidente, cuestión de Estado

En Andalucía, sulfurar al presidente de la Junta es casi una cuestión de Estado para sus oponentes, conscientes de que la gran fortaleza del proyecto de Moreno es el propio Moreno. El dirigente popular puntúa en las encuestas por encima de las siglas de su propio partido, como atestiguan los enormes carteles electorales con su rostro en los comicios de 2022, que arrasó con una mayoría absoluta de 58 diputados.

Todos los debates e iniciativas que la izquierda lleva a la Cámara -sanidad, educación, dependencia, universidad- todos terminan en un cuestionamiento desesperado a la imagen de moderación que proyecta Juanma Moreno. “Es mentira”; “Es una pose”; “Usted es el mismo PP que Díaz Ayuso”; “Usted es el PP del Ventorro de Mazón”. Para el PSOE, cualquier tic nervioso del líder popular representa un indicio del “fin del idilio del presidente con los andaluces”, aunque las encuestas siguen arrojando una fortaleza notable de Moreno, a una distancia holgada de sus competidores.

Tan importante es para los socialistas laminar esa imagen pública, como para el presidente de la Junta preservarla a toda costa. Por eso la bancada del PSOE, de Por Andalucía y de Adelante han celebrado hoy que Moreno frunciese el ceño, levantase la voz, hiciera aspavientos con las manos y respondiera con más virulencia que de costumbre. Cuando sus asesores le pongan el vídeo de su intervención, no le costará notar la diferencia con un día normal en el altiplano de la legislatura con mayoría absoluta.

“Suponía que la marcha del señor Juan Espadas [ex secretario general del PSOE-A] nos traería las polítcas más duras y toscas del sanchismo: ruido, confusión, bronca, fango y política sucia. En Andalucía no queremos esto”, se ha quejado Moreno al final de su intervención, en respuesta al PP, ya con el salón de plenos semivacío tras el plantón de las izquierdas.

El debate se preveía enconado desde el día anterior, porque todos los portavoces -también el de Vox- habían afeado al PP y al presidente de la Cámara, el popular Jesús Aguirre, su negativa tajante a modificar el orden del día del próximo pleno para que Moreno pudiera asistir a la final europea del Betis y llegar a última hora del jueves para someterse a la sesión de control en el Parlamento.

El presidente de la Junta viaja el lunes a Polonia -un día antes del partido- y vuelve un día después, en vuelo chárter con la delegación oficial del Real Betis Balompié. En el mismo avión viajará el presidente de la Diputación de Sevilla, el socialista Javier Fernández, que sí ha confirmado la asistencia al pleno convocado para ese día en la institución provincial.

El partido empieza a las 21.00 horas de la noche y es posible que se alargue, si hay prórroga y penaltis (mucho más si el Betis gana), y Breslavia está a cuatro horas en avión de Sevilla. Pero para el PSOE la comparación entre Moreno y Fernández se ha convertido en la piedra angular del debate parlamentario de esta semana, por encima de la dependencia o la sanidad, temas que también ha tocado su portavoz, María Márquez, en las preguntas al presidente.

El PP se ha esforzado en frivolizar las prioridades de los socialistas -“¿esto es para ustedes lo más importante que está pasando hoy en Andalucía?”- pero el equipo de María Jesús Montero ha salido pletórico del choque dialéctico, orgulloso de haber irritado a Moreno y haberle arrugado el traje con “superpoderes” que arroja la institucionalidad. Y eso, a pesar de que el dirigente popular llevaba muy preparada la respuesta para defender su presencia en el estadio de Breslavia para acompañar al Betis.

Los populares han recordado que en los 110 Plenos que se han celebrado en el Parlamento andaluz desde que Moreno es presidente -desde hace seis años y medio- sólo ha faltado cuatro veces: para acompañar al rey de España, Felipe IV, para asitir al Comité de la Regiones de la UE -órgano del que ocupa la presidencia rotatoria-, para ver al Papa Francisco en Roma y para asistir a la final de la Europa League que jugó (y ganó) el Sevilla F.C. en Budapest (Hungría) en 2023. “500 debates con los grupos desde que soy presidente y sólo he faltado cuatro”, se ha excusado Moreno, a las preguntas del portavoz de Adelante.

“Pero, ¿por qué se coge tres días para el partido? Va el día antes, el día del partido y el día después. Usted no quiere venir aquí”, le ha afeado el diputado José Ignacio García, de Adelante. La parlamentaria de Por Andalucía, Inma Nieto, ha usado su turno para un asunto mucho más grave: ha exigido al presidente que condene “el genocidio de Israel a la población de Palestina” y que condene, también, los “mensajes frívoles” que ha lanzado el PP desde sus cuentas oficiales. Luego, Nieto le ha echado en cara sus “excusas” para irse al fútbol en vez de estar en el Parlamento.

En este segundo turno, Moreno se ha puesto firme y al contraataque, acusando a la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, de haber dicho que “el sur de España no es Europa”. “¡Que Andalucía no es Europa, que no somos Europa! Estoy estupefacto y estupefactado [sic] por estas humillantes palabras contra los andaluces”, ha asegurado, visiblemente molesto. Sus interlocutores se han mirado con desconcierto, como si no entendieran sus palabras. “Pero, ¿cuándo ha dicho eso?”.

El dirigente popular reproducía la misma denuncia que poco antes había hecho su consejera de Empleo, Rocío Blanco, que rara vez aparece en broncas y disputas de partido. Blanco venía de asistir a una Conferencia Sectorial del Ministerio de Trabajo, presidida por la vicepresidenta Yolanda Díaz, que ha aprobado el reparto de 2.571 millones de euros para políticas activas de empleo entre las comunidades. A Andalucía, cuya consejera votó a favor, le correspondieron 417,9 millones, la más beneficiada junto a Cataluña.

El equipo de Díaz ha mostrado su “sorpresa” por esta acusación, niega rotundamente que la vicepresidenta segunda del Gobierno dijera esas palabras y afea a la consejera que hiciera una acusación de tal calibre sobre una conversación “a puerta cerrada, sin pruebas, sin audio ni nada”. “La vicepresidenta incluso ha felicitado a la consejera por la evolución de los datos del paro en su comunidad”, advierten. Sumar lo atribuye al “nerviosismo patente” de Moreno.

El último choque de la sesión de control se ha producido entre el presidente y la portavoz socialista, que le ha vuelto a sacar de sus casillas al espetarle “vaya a Polonia, apoye al Betis, pero el jueves venga a trabajar”. Márquez ha empezado su intervención informando a Moreno de que su grupo había consultado “a una agencia de viajes” y aún quedaban “plazas libres”: “Está de suerte, puede venir a trabajar”. Luego ha atizado al dirigente popular con las listas de espera en la dependencia, resaltando que en los 25 días desde el último pleno, “han fallecido 400 andaluces esperando su ayuda”.

Moreno ha tratado de responder a todo -a la dependencia, a Gaza, a la sanidad- pero también ha vuelto, una y otra vez, a zafarse de las acusaciones de absentismo por no acudir a la sesión de control el día después del partido del Betis. “Pedro Sánchez ha celebrado un solo debate del Estado de la Nación en siete años”; “Seis ministros han excusado su ausencia en el Congreso el mismo miércoles del partido, incluida Montero. ¿Ella tampoco va a trabajar?”.

Para cerrar su turno, el presidente andaluz ha anunciado que el debate de política general de este año en el Parlamento tendrá lugar el próximo 14 de junio. Está culminando la temporada política, ya aprieta el calor en Andalucía y la Cámara estará disuelta en menos de un año, si Moreno no adelanta los comicios a final de año. Todos están instalados en una larga precampaña electoral y ahora no es el momento de perder la sonrisa en público.

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