En 1964 surgió petróleo de este pequeño pueblo de la provincia de Burgos

A diferencia de otros países, poco petróleo hay en nuestra geografía, de ahí que el número de yacimientos o de intentos por obtenerlo se puedan contar con los dedos de una mano.

Sin embargo, hay una pequeña localidad burgalesa, Sargentes de la Lora, donde muchos recuerdan que en 1964 surgió petróleo de debajo de la tierra, cuando durante una exploración se descubrió la existencia de un yacimiento petrolífero.

De hecho en los propios trabajos de explotación participaron las sociedades norteamericanas Standard Oil of California y Texaco, un hecho histórico que provocó el entusiasmo en una población exaltada por la posibilidad de convertirse en una tierra bañada por el ‘oro negro’.

Concretamente, el momento del milagro se produjo cuando llegaron a los 1.348 metros de profundidad, instante en el que el petróleo brotó varios metros según los testigos de la época.

Aseguran los expertos que han estudiado lo que ocurrió en aquella tierra que desde principios del siglo XX ya se sospechaba de la existencia de bolsas de petróleo en el subsuelo de la comarca burgalesa de La Lora. Y que durante la Guerra Civil se realizaron perforaciones. 

Pocos barriles

Pero lo cierto es que las expectativas se fueron desinflando poco a poco, por la escasa cantidad de petróleo que surgía -solo se obtenían 150 barriles al día, cuando se habían calculado unos 12 millones- y por su reducida calidad. Aun así, en 1967 fue aprobada la construcción y utilización de un oleoducto de 11 kilómetros entre Ayoluengo y Quintanilla Escalada, 

La explotación tuvo una cierta influencia local pero casi nula en la economía española. En 1993 una tubería fue desmantelada. Y en 2017, una vez finalizada la concesión de 50 años, cesó la escasa explotación comercial del yacimiento. 

Desde 2015, eso sí, se puede visitar el primer museo del petróleo en España, cuyo enfoque abarcaba desde las cuestiones técnicas relacionadas con la extracción del petróleo a su historia en la comarca. También es más que digna la visita en la zona al Dolmen de la Cabaña, un megalito prehistórico descubierto en 1984 y excavado un año después.