Una receta para hacer tarta de galleta Lotus sin complicaciones: cómo hacer este postre cremoso y sabroso

En los últimos años, las galletas Lotus se han convertido en un fenómeno dentro del mundo de la repostería casera. Su característico sabor a caramelo y canela, unido a una textura crujiente, ha hecho de este producto belga una elección popular para crear combinaciones dulces que no requieren técnicas complejas ni conocimientos avanzados de cocina.

Este auge se refleja no solo en redes sociales, donde abundan vídeos y tutoriales que giran en torno a estas galletas, sino también en su creciente presencia en los supermercados y en la demanda de productos derivados, como la crema untable de galleta Lotus, utilizada cada vez con más frecuencia como ingrediente principal de postres fríos.

Uno de los usos más extendidos y valorados de este ingrediente es su incorporación en tartas sin horno. Estas preparaciones se han vuelto habituales en muchos hogares por su sencillez, su aspecto atractivo y el resultado final, que suele agradar tanto a pequeños como a mayores.

En este contexto, la tarta de galleta Lotus destaca por su facilidad de ejecución, ya que no requiere horneado ni utensilios especializados. Se trata de un postre que se prepara en frío, con una base elaborada a partir de las propias galletas trituradas, una mezcla cremosa con queso y nata, y una cobertura de crema Lotus que aporta el toque final.

Ingredientes necesarios para la tarta

Para preparar una tarta con una textura equilibrada, se recomienda respetar las proporciones indicadas. Esta receta está pensada para un molde desmontable de 20 a 22 cm de diámetro, aunque puede adaptarse a tamaños mayores ajustando las cantidades proporcionalmente. A continuación, se desglosan los componentes necesarios para la base, el relleno y la cobertura.

Para la base:

  • 200 gramos de galletas Lotus Biscoff (aproximadamente un paquete)
  • 90 a 100 gramos de mantequilla sin sal (derretida)

Para el relleno:

  • 500 gramos de queso crema para untar (a temperatura ambiente)
  • 300 ml de nata para montar con al menos un 35% de materia grasa
  • 200 gramos de crema de galletas Lotus (untable)
  • 50 gramos de azúcar glas (puede ajustarse al gusto)
  • 5 hojas de gelatina neutra (o, en su defecto, 8 gramos de gelatina en polvo)
  • 2 cucharadas de leche (para disolver la gelatina)

Para la cobertura:

  • 200 gramos de crema de galletas Lotus (calentada ligeramente para que sea fluida)
  • Galletas Lotus enteras o trituradas (opcional, para decorar)

Cabe destacar que el uso de gelatina garantiza una textura firme en la tarta una vez refrigerada, aunque algunas versiones prescinden de este ingrediente para obtener un acabado más suave. Asimismo, es importante emplear nata bien fría y montarla ligeramente antes de incorporarla al relleno, de modo que se integre con aire y proporcione una consistencia cremosa y ligera.

Preparación paso a paso esta tarta cremosa sin horno

1. Preparación de la base

El primer paso consiste en preparar la base que servirá de soporte a la tarta. Para ello, las galletas Lotus deben triturarse completamente, ya sea utilizando una picadora o introduciéndolas en una bolsa y machacándolas con un rodillo hasta conseguir una textura similar a la arena fina. Posteriormente, se mezclan con la mantequilla derretida hasta formar una masa homogénea y ligeramente húmeda.

Esta mezcla se vierte en el fondo de un molde desmontable. Con la ayuda de una cuchara o el dorso de un vaso, se presiona firmemente para que quede una capa compacta y uniforme. Es fundamental refrigerar esta base durante al menos 30 minutos antes de añadir el relleno, con el objetivo de que se endurezca y mantenga su forma al desmoldar.

2. Elaboración del relleno

Mientras la base reposa en frío, se comienza a preparar el relleno. Las hojas de gelatina deben hidratarse en agua fría durante unos diez minutos. En paralelo, se bate el queso crema con la crema de galleta Lotus hasta lograr una mezcla suave, sin grumos. Aparte, se monta la nata con el azúcar glas hasta alcanzar una textura semi montada, es decir, consistente pero no totalmente firme.

Una vez hidratada la gelatina, se calientan un par de cucharadas de leche y se disuelve en ella la gelatina escurrida. Esta mezcla caliente se incorpora a la mezcla de queso y crema, batiendo bien para evitar que queden restos. Finalmente, se añade la nata montada poco a poco, integrándola con movimientos envolventes para mantener el volumen.

El relleno se vierte sobre la base ya fría y se alisa con una espátula. A continuación, la tarta debe refrigerarse durante un mínimo de cuatro horas, aunque se recomienda dejarla toda la noche para asegurar una buena consistencia.

3. Añadir la cobertura y decorar

Una vez el relleno ha cuajado por completo, se procede a preparar la cobertura. La crema Lotus debe calentarse brevemente en el microondas para que tenga una textura más fluida y se pueda verter con facilidad.

Para finalizar, se puede decorar con galletas Lotus trituradas, espolvoreadas por encima, o colocar algunas galletas enteras como adorno. La tarta debe volver al frigorífico al menos una hora más antes de ser servida, lo que ayudará a que la cobertura adquiera una textura más firme.

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