Irlanda, cuarto país que pide a la UER “un debate” sobre la participación de Israel en Eurovisión 2025

Irlanda quiere que los países miembros de la Unión Europea de Radiodifusión (UER) puedan debatir sobre la participación de Israel en Eurovisión 2025, tal y como ya han pedido otros países que también participan en el prestigioso festival de la canción.

“Estoy consternado por los acontecimientos que están teniendo lugar en Oriente Medio y por el terrible impacto sobre los civiles en Gaza y el destino de los rehenes israelíes”, ha expresado Kevin Bakhurst, director general de RTÉ, la cadena de televisión pública irlandesa.

Bakhurst es consciente de que para participar en Eurovisión simplemente hay que pertenecer a la UER, requisito que cumple Israel, pero, a pesar de todo, RTÉ “ha solicitado a la UER un debate sobre la inclusión de Israel en el concurso”.

Irlanda es, junto a España, Eslovenia e Islandia, el cuarto país que pide formalmente que se abra un diálogo sobre este espinoso tema que ha puesto en jaque a la organización del festival desde octubre de 2023, cuando el Gobierno de Benjamín Netanyahu, en respuesta al atentado de Hamás, comenzó una ofensiva sobre Gaza que se ha saldado ya con más de 50.000 muertos, la mayoría civiles.

La dureza del ejército israelí ha sido condenada por diversos organismos internacionales y, de hecho, se investiga si los ataques de Israel constituyen un caso de genocidio. A diferencia de lo que ocurrió con Rusia, que fue expulsada de Eurovisión en cuanto invadió Ucrania, la UER ha permitido la participación de Israel en las dos últimas ediciones del festival.

Las televisiones públicas de Irlanda, España y Eslovenia han enviado sus peticiones a la UER en los últimos meses, mientras que en Islandia es el Ministerio de Asuntos Exteriores quien se ha pronunciado al respecto.

El director de Eurovisión defiende que el festival debe servir para “unir” a los países

El director de Eurovisión, Martin Green, considera que el festival debe promover una conexión entre países a pesar de la crispación política y ser un “espacio momentáneo de alegría y escapismo”. “Mi esperanza este año es que Eurovisión haga lo que ha hecho durante los últimos 69 años, que es mostrar que la música puede unirnos”, ha dicho en declaraciones a la agencia Reuters.

Además, Green asegura que “ninguna emisora miembro de la UER, tras haber sido consultada exhaustivamente, se ha opuesto públicamente a la participación de la emisora israelí Kan en el Festival de Eurovisión”. Los organizadores del certamen “entienden las preocupaciones y las opiniones profundamente arraigadas en torno al conflicto actual en el Medio Oriente”. “La UER no es inmune a los eventos globales”, insiste Martin Green, pero recuerda que la UER tiene el propósito de “garantizar que el concurso siga siendo, en esencia, un evento universal que promueve las conexiones, la diversidad y la inclusión a través de la música”.

Después de que RTVE pidiera a la UER un debate sobre Israel, el organismo respondió que la televisión israelí, como miembro de la UER, tiene derecho a participar en Eurovisión.

La bandera del Orgullo LGTBI, prohibida sobre el escenario

No es Israel el único foco de discordia en esta edición de Eurovisión. También ha sacudido los cimientos del festival la nueva normativa que establece que los artistas solo podrán llevar las banderas de sus países en los actos oficiales a los que acudan.

Por lo tanto, queda excluida la bandera del Orgullo LGTBI –un clásico del certamen– a pesar de que la cadena de televisión holandesa AVROTROS había pedido que la bandera arcoíris sí esté permitida tanto en el escenario como en la famosa green room.

La petición de AVROTROS ha caído en saco roto. Según informa Eurovoix, la UER ha decidido mantener su política de banderas porque es demasiado tarde para abordar este debate a pocos días del festival.

“Aunque consideramos que es una oportunidad perdida, nosotros –al igual que los otros 36 países– respetamos las reglas que se aplican este año. Ahora nos centramos en el poder conector de la música, convencidos de que el diálogo sobre visibilidad y representación se lleva a cabo mejor en conjunto y con una visión a largo plazo”, han declarado desde la cadena.

Preguntado al respecto por Reuters, el director de Eurovisión sostiene que el festival “no necesita ninguna bandera para demostrar su alianza y celebración de la comunidad LGBTQ+”. Además, añade Martin Green, para entender la conexión entre Eurovisión y la comunidad LGTBI “solo hay que ver el espectáculo, ver a las personas que participan y escuchar lo que cantan”.

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