Esteban y Andueza dan máximo realce a la presentación de la ley vasca urgente para atacar el problema de la vivienda

Al tiempo que el Gobierno de Imanol Pradales se ha 'exiliado' en Salinas de Añana, 35 kilómetros al oeste de Vitoria, los líderes de los partidos que lo componen, Aitor Esteban del PNV y Eneko Andueza del PSE-EE, han comparecido conjuntamente en la capital, en el Parlamento Vasco, para presentar con la mayor solemnidad posible la ley de medidas urgentes para hacer frente a la emergencia de vivienda, una de las primeras preocupaciones ciudadanas. Es una escenificación que hasta ahora se había reservado a las firmas de los acuerdos de coalición y solamente para ello. Esperan que los cambios propuestos entren en vigor antes de que finalice 2025.
En el bipartito vasco surgido hace diez años, las políticas de vivienda las gestiona el PSE-EE. Es así desde 2016. De hecho, es una materia que ha enfrentado habitualmente a los socios. La ley autonómica en vigor, la de 2015, fue propuesta por los socialistas en la oposición y aprobada contra el criterio del PNV y con la ayuda de EH Bildu y UPyD. El PNV no apoyó tampoco la normativa estatal de 2023 y, como las comunidades del PP, forzó un recurso de inconstitucionalidad contra la posición del entonces consejero socialista del ramo, Iñaki Arriola. Ese pleito aún no se ha resuelto. Ni ellos mismos han negado que “es cosa de gran valor” que ahora nacionalistas y socialistas estampen su firma conjunta no solamente para una ley compartida sino también habiendo acordado cómo serán los desarrollos reglamentarios. Constituye toda una excepción en esta materia.
El nuevo consejero socialista, Denis Itxaso, anunció en su toma de posesión una actitud “de combate” ante lo que llama repetidamente “emergencia habitacional”. La reforma legislativa que ahora se ha presentado se anunció como urgente en marzo. Tres meses después está ya en el Parlamento el texto articulado. Para el PSE-EE es “un tiempo récord” y no cabe hablar de dilaciones. Según el PNV, el tiempo dedicado a perfilar la redacción definitiva precisamente contribuye a que el texto esté pulido y a evitar que “puedan surgir discrepancias por el camino”.
Los últimos planes pasan por que la tramitación se complete antes de final de año, según verbalizado el propio Itxaso. De hecho, para evitar más retrasos se ha optado por una fórmula más ágil -y que requiere menos informes de control-, la de la proposición de ley frente al proyecto de ley. Antes del final del período de sesiones, a finales de junio, podría estar ya admitida a trámite. Los partidos del Gobierno disponen de capacidad para habilitar julio y avanzar en los trabajos de la ponencia legislativa.
El contenido presentado por Esteban y Andueza era ya conocido. Aquí se pueden leer los detalles. Lo había desgranado Itxaso en marzo y repetido en variadas comparecencias posteriores. La norma busca tocar las leyes de suelo, de vivienda, de administración ambiental, la de suelos contaminados, la municipal, la de turismo, la de la renta de garantía de ingresos y hasta la de contratos. El punto más relevante, y también el más criticado por la oposición de izquierdas, es que baja del 75% al 60% el mínimo para vivienda protegida en las promociones. Es más, ese 60% es el realidad un 55% para VPO y un 5% para tasadas.
Ese 55%-60% no es negociable, según han dado a entender los proponentes. Andueza, de hecho, ha recordado que PNV y PSE-EE tienen mayoría absoluta en la Cámara para sacarlo adelante sí o sí. Ambos partidos coinciden en que el 75% si no hay promociones es cero, la nada, y que es mejor “intentar” ganar en “flexibilidad” para los promotores privados. También hay planteado un incremento del 10% en “edificabilidad”, que iría en su totalidad a pisos de protección y tasados. Nacionalistas y socialistas inciden sobremanera en que la norma permitirá rebajar la burocracia y agilizar proyectos. Ambos partidos han parecido señalar a EH Bildu al hacer un llamamiento a los municipios -la coalición gobierna en un centenar- para que sean también partícipes de la movilización de suelos.
Esteban, en la que ha sido su primera rueda de prensa en el Parlamento Vasco en su nueva posición, ha constatado que la vivienda es la principal “preocupación” ciudadana. Andueza, de su lado, ha pedido que no se esperen “milagros” pero sí al menos que en unos meses empiecen a cambiar algunas dinámicas. “Queremos una Euskadi en la que la vivienda no sea un lujo, sino en derecho accesible”, ha agregado el dirigente socialista.
PNV y PSE-EE han escenificado una perfecta sintonía en la materia. La comparecencia viene también después de la reconciliación tras la pugna de hace un par de semanas por discrepancias sobre migración, sobre política universitaria o sobre la conexión en alta velocidad por Navarra. “La bonita amistad ya la teníamos inaugurada”, ha dicho Andueza sobre Esteban, que sucedió a Andoni Ortuzar en el cargo a finales de marzo. “Evidentemente los amigos también se enfadan de vez en cuando”, ha agregado Esteban hablando de su relación con los socialistas. Ambos han confirmado que negocian también una posición conjunta sobre las exigencias de euskera en las convocatorias de empleo público, aunque apelan a la “discreción” sobre este asunto. “Una coalición de gobierno tiene que estar hablando constantemente”, han deslizado.
Sin embargo, siguen en el trasfondo los ecos de la pugna por la ley de vivienda estatal. Más porque Esteban, siendo portavoz en el Congreso del PNV, capitaneó el 'no' a la propuesta del Gobierno de Pedro Sánchez. Para el PSE-EE “de aquello ya ha llovido lo suficiente” y “todo aquello está superado”. “Todo está en perfecto orden”, ha sentenciado Andueza. Esteban, en cambio, insiste en que son “evidentes” las diferencias pero recalca que lo que ahora se ha cerrado es un acuerdo de ámbito autonómico y que su partido es de orden y aunque discrepe de una ley no cuestiona su aplicación.
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