¿Dejaste la ropa mojada en la lavadora? Este es el tiempo máximo que puede estar en el tambor después de lavarla

La humedad acumulada en el tambor favorece la aparición de malos olores y microorganismos si no se retira la ropa a tiempo tras el lavado.

Edu Molina

0

En el ritmo vertiginoso del día a día, es habitual que algunas tareas domésticas pasen a un segundo plano frente a obligaciones laborales o familiares. Entre ellas, olvidar la ropa húmeda dentro de la lavadora es uno de los despistes más frecuentes en muchos hogares. Este pequeño descuido, aparentemente sin mayores implicaciones, puede derivar en consecuencias no solo para las prendas, sino también para la higiene del propio electrodoméstico.

Las condiciones que se generan dentro del tambor al finalizar un ciclo de lavado —humedad persistente, oscuridad constante y temperatura templada— constituyen un entorno idóneo para la aparición de microorganismos. Aunque el lavado elimina suciedad y restos visibles, dejar la colada dentro de la máquina durante horas puede dar pie a la proliferación de bacterias y hongos. Así, el descuido ocasional de no tender o secar la ropa a tiempo se convierte en un problema que afecta tanto al textil como al ambiente doméstico.

El momento exacto en que se produce este deterioro no es uniforme, pero sí existe un margen general de tiempo durante el cual las prendas pueden mantenerse mojadas sin grandes riesgos. Superado este intervalo, el daño puede comenzar a ser evidente, tanto en el olor como en la textura y el aspecto de la ropa. Conocer ese límite es fundamental para evitar que la rutina doméstica derive en tareas duplicadas, malos olores o incluso reparaciones costosas.

Hasta cuándo es seguro dejar la colada sin tender

De forma orientativa, se estima que la ropa puede permanecer dentro de la lavadora entre ocho y doce horas tras finalizar el lavado sin presentar signos visibles de deterioro. Esta franja de tiempo puede variar según las condiciones ambientales, como la temperatura del entorno o la ventilación del cuarto donde se encuentra el aparato. En climas cálidos o con escasa circulación de aire, ese margen tiende a acortarse.

El principal indicio de que la colada ha estado demasiado tiempo en el tambor es la aparición de un olor húmedo y desagradable. Este aroma no solo indica la falta de secado, sino que también revela el inicio de actividad microbiana en las fibras. Aunque a veces pueda parecer tenue, puede persistir después del secado e incluso trasladarse a otras prendas si se guarda en el armario sin un segundo lavado.

Además del olor, algunas piezas pueden mostrar alteraciones más visibles, como manchas oscuras o cambios en la textura. Estas señales son comunes en tejidos gruesos o absorbentes, como toallas o ropa de cama. También es posible que algunas prendas pierdan suavidad o adquieran una rigidez poco habitual, producto de la exposición prolongada a la humedad sin ventilación adecuada.

Más allá del impacto en la ropa, prolongar el tiempo sin tender puede favorecer el desarrollo de moho en partes internas del electrodoméstico. Zonas como la goma de la puerta, el filtro o el tambor son especialmente vulnerables a la acumulación de residuos orgánicos, que a la larga pueden afectar el rendimiento del aparato y reducir su vida útil si no se realiza una limpieza periódica.

Cómo actuar si ya se ha pasado el tiempo y cómo prevenir futuros descuidos

Si han transcurrido más de doce horas desde que finalizó el lavado, lo más prudente es volver a lavar la ropa. Incluso si no se detectan olores fuertes o manchas, repetir el ciclo permite asegurarse de que no han proliferado bacterias ni hongos invisibles. Para una limpieza más efectiva, puede optarse por un programa corto con agua templada o caliente, siempre que el tipo de tejido lo permita.

Algunos remedios caseros ayudan a reforzar esta segunda limpieza. El vinagre blanco es uno de los productos más utilizados en el entorno doméstico por su capacidad para neutralizar olores sin dañar las fibras. También puede añadirse una pequeña cantidad de bicarbonato de sodio en el tambor, que actúa como desodorizante y ayuda a eliminar residuos que puedan haber quedado en la ropa o en el interior de la máquina.

Para evitar olvidos recurrentes, se recomienda utilizar los programas de inicio diferido o programar el lavado en momentos del día en los que sea posible vaciar la lavadora en cuanto termine. Esta función está disponible en muchos modelos actuales y permite que el tambor no permanezca cerrado y húmedo durante periodos prolongados. Una organización mínima puede evitar contratiempos mayores.

Otra medida sencilla consiste en dejar la puerta entreabierta una vez finalizado el ciclo. Esta práctica favorece la circulación del aire, reduce la condensación y dificulta la proliferación de humedad estancada en el interior del tambor. Secar con un paño las juntas de goma y el cajetín del detergente también contribuye a mantener el aparato en condiciones higiénicas y listas para el siguiente uso.

Etiquetas
stats
OSZAR »