La portada de mañana
Acceder
Feijóo amaga con la moción de censura en su peor momento con Junts y PNV
Mentores contra el abandono escolar de los adolescentes: “Sobre todo nos escuchan”
Opinión - La basura no se combate con basura. Por Esther Palomera

El entrenador del joven muerto en el aeropuerto de Gran Canaria: “Nadie merece ser abatido como una cucaracha”

Varios agentes de la Policía, alrededor del hombre disparado en el Aeropuerto de Gran Canaria

Natalia G. Vargas

2

Bouba y Abdoulie Bah eran “como hermanos”. Se conocieron a través del fútbol cuando Bah era aún menor de edad. Aunque el joven gambiano de 19 años murió el sábado, no fue hasta el domingo cuando su entrenador se enteró de lo que había ocurrido. Se dirigía a un partido de fútbol del Mundialito de Países que él organiza y en el que participaba Bah. En la guagua rumbo al campo, un amigo suyo le contó que habían “matado a un chico en el aeropuerto de Gran Canaria”. Poco tiempo después, el portero del equipo le reveló la identidad del fallecido. “Míster, hoy no vamos a poder jugar. Se nos fue Abdoulie. Mataron a Abdoulie”, escuchó Bouba al otro lado del teléfono.

Bah recibió cinco tiros, uno de ellos en el cuello, por parte de agentes de la Policía Nacional el pasado sábado 17 de mayo a las 16.55 horas en el aeropuerto de Gran Canaria. El Juzgado de Instrucción número 2 de Telde investiga las circunstancias en las que falleció el joven. El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha informado de que “aparentemente se encontraba fuera de sí portando un cuchillo de dimensiones considerables” y que “después de atacar a un taxista, derribó a un agente de la autoridad, intentó derribar a otro y que deambulaba armado en una zona con un gran número de personas”. 

Su amigo y entrenador recuerda que en las últimas tres semanas el chico empezó a tener comportamientos extraños. “Caminaba solo y decía cosas que no tenían sentido. Empezó a encerrarse en su casa. No contestaba al teléfono ni le abría la puerta a nadie, ni siquiera a su mejor amigo”, detalla. El miércoles pasado, fue visto caminando por la mediana de la autovía que comunica Tafira con Las Palmas de Gran Canaria, en la zona de Barranco Seco. Los conductores llamaron a emergencias por el riesgo de que provocara un accidente grave o fuera atropellado. Hasta allí se dirigió una patrulla y Bah fue detenido por resistencia a la autoridad, al empujar a los agentes. Después de comparecer ante el juez, fue puesto en libertad.

Este comportamiento sorprendió a Bouba. “Nosotros éramos como hermanos. Él llevaba el número 10 cuando jugaba en mi equipo del Mundialito, el de Mali. Desde que lo conocí supe que era un chico humilde”, defiende. Susana Socas, trabajadora social, también aseguró en declaraciones a este periódico que Abdoulie estaba “completamente integrado y normalizado en cuanto a su permiso de residencia y de trabajo”.

En la actualidad, trabajaba como cuidador en un centro de menores no acompañados, con jóvenes que han llegado a Canarias atravesando la misma ruta que él cruzó hace tres años. “Su comportamiento era ejemplar”, afirmó Socas.

En estas circunstancias, Abdoulie Bah compró un billete para ir a ver a su familia a Gambia. El vuelo estaba previsto para este jueves 22 de mayo. “El día que decidió salir de su cuarto fue el sábado. Fue al aeropuerto. Allí le dijeron que el billete era para el 22 y entonces se fue”, apunta Bouba. Lo que ocurrió después está siendo investigado por la Justicia. El momento en el que Abdoulie es disparado por la Policía también se ha difundido en un vídeo, publicado por este periódico.

“Puede que esa muerte fuera su destino, pero no le llamen delincuente. Que salgan y nos digan qué pasó realmente”, pide Bouba. “Yo creo que todo el mundo tiene derecho a la vida. Ningún ser humano merece ser abatido como una cucaracha”, lamenta.

En esta línea se ha posicionado también la asociación Mujeres Africanas y Afrodescendientes de Canarias, que piden “claridad, transparencia y justicia”. Además, señalan como culpables y responsables “al racismo institucional, estructural y sistemático de Canarias” que atraviesan muchas personas negras y africanas, “especialmente jóvenes en situación de vulnerabilidad”.

Para Theodoro Bondyale, presidente de la Federación de Asociaciones Africanas de Canarias, “lo difícil es asumir que pase esto y que la gente no lo viva como un atropello, sino como algo normal”. “Yo me preguntaría qué mató a Abdoulie Bah. Qué le pasó para que lo dispararan como a un animal. En lugar de ayudarle y contenerle en ese brote, le pegamos cinco tiros”, lamenta.

Etiquetas
stats
OSZAR »