Miriam G. A. expone en el Palacio Salazar ‘Cartografías del abandono’

Este jueves, jueves 19 de junio, se inauguró la exposición ‘Cartografías del abandono’ de la artista palmera Miriam G.A. La muestra se engloba dentro del primer ciclo de artistas participantes de la exposición Arte Lustral 2025 con motivo de las Festividades de la Bajada de la Virgen de las Nieves. Se puede visitar hasta el viernes 4 de julio en horario ininterrumpido de 10:00h a 20:00h en la sala Salazar II del Palacio Salazar.

La exposición realiza un recorrido por dos series diferenciadas de la artista, por lo que se pueden observar algunas de las obras de su exposición individual ‘Mosaicos. Partes en ausencia de un todo’ recogida en la Sala O´Daly de Santa Cruz de La Palma. Por otro lado, se expone una nueva serie que da nombre a la muestra y que recoge la mirada de la autora preocupada por la arquitectura y los espacios del anonimato, lugares de gran carga identitaria que, al contrario que los no-lugares del antropólogo Marc Augé, se entienden como contenedores de historias y narrativas personales.

Las distintas obras se componen de un diálogo entre fotografía y poesía a través de un proceso de costura que remite a las prácticas de la cotidianidad, dotando a las imágenes de cierto costumbrismo canario que reivindica la importancia del recuerdo en el sentido de comunidad. El discurso de la obra es cuidado incluso en la selección de los marcos, los cuales han seguido un proceso de búsqueda y rescate, tratando de continuar con el relato del abandono y del olvido de los propios espacios fotografiados.

‘Cartografías del abandono’ es una herida abierta, una cicatriz que no cierra y un poema escrito en el cuerpo. Recoge las miradas de la ausencia y la pérdida, de las grietas que suenan a despedida, como una nana triste o la luz del sol cuando se lo traga la marea. Las fotografías recogen distintos lugares de las islas Canarias y, en específico, de La Palma, tratando de mostrar la parte menos recordada, los hogares que han sido olvidados y los recuerdos que quedan en las humedades de cada una de las paredes vacías. La costura remite a las vivencias de las viejas y a la búsqueda de lo cotidiano, del hogar de la abuela, del cuidado y del afecto. Cada cuadro compone uno de los versos del poema que da forma y sentido a la muestra, consiguiendo resignificar y reterritorializar la palabra a partir del proceso de costura. La palabra, por su parte, se sigue completando en cada nueva lectura.